31 Agosto
Hoy toca madrugar pero no tanto. Hemos dormido como marmotas por el cansancio acumulado estos días de atrás. Bajamos a desayunar y todo el mundo sigue medio dormido. ¡Que bien la gente ya se lanza a hablar y yo empiezo a hacer de las mías para intentar enredar a la gente del grupo para hacer las excursiones por nuestra cuenta en el Cairo. Rodri en seguida confía en mí. Toni diciéndole pero piénsatelo bien mira que mi niña es muy lanzada jajaja aprovecho para indagar a ver si hay alguien más del foro pero parece que nadie más lo conoce.
Terminamos de desayunar y vamos a la habitación a por la gorra, la protección, el agua … etc … vamos todo el avituallamiento necesario y rumbo a Edfú, salimos de la motonave y nos están esperando los autocares, vaya chasco yo pensaba que íbamos a ir en calesas con sus carreras y todo eso, pero no. Llegamos y como siempre hay que pasar por delante de todos los puestos pero aquí hay algo raro, ven a un hombre y todos salen corriendo, aha no pueden bajar de la acera sino se las cargan así que hacen verdaderas virguerías para intentar atraer nuestra atención.
Mini (el guía por llamarle de alguna manera) ya tiene las entradas y todos de nuevo al detector de metales que como ya es habitual suena y sigue sonando pero no paran a nadie jejeje. (Mira que si fuésemos un grupo de terroristas en viaje del Imserso a hacer pruebas de tiro al blanco en movimiento, o de maniobras de instrucción).
Seguimos el camino marcado y de pronto aparece ante nuestros ojos el templo de Edfú, muy bien conservado y precioso para mi gusto. Vamos directos a la sala hipóstila y en un rincón el guía se pone a darnos la breve explicación (ya he comentado que no se escoció demasiado). Lo increíble era que teóricamente en el interior de esa sala teníamos que estar fresquitos y la realidad es que era agobiante debido a las luces que han puesto para iluminar el interior. Lo hace insoportable, una humedad en el ambiente yo me estaba poniendo mala, así que abanico y a darle al manubrio jeje léase mi mano…
[No sé si he comentado que vivo en Barcelona y que llevo muy mal lo del calor, en verano siempre llevo a cuestas mi neverita con 3 botellas de medio litro cada una allí donde vaya y me las bebo todas y aún así tengo momentos en los que me entran unos mareos y unos sofocos que no puedo.]
Bueno cuando el guía termina su explicación, en breve como ya he dicho, nos deja libres y nos ponemos a indagar, de pronto damos con una escalera semi-escondida y completamente a oscuras, pero jeje saco de mi kit de supervivencia una linterna, que Rodri, Jessica, Raúl y Raquel aplauden, están alucinados conmigo con lo bien preparada que creen que voy. Y yo claro que si la web que si tal que si cual .. jeje. Dentro vemos en las paredes relieves muy bonitos y algunos muy bien conservados.. Cuidado que baja un grupo de ingleses y yo les alumbro con mi super linterna mientras Toni en un inglés de Jaén (nunca ha estudiado inglés) y con total desparpajo les empieza a dirigir. Teníais que ver a los ingleses maduritos ya, reírse como cestos jejejeje Bueno no solo los inglese, nosotros tb, especialmente yo que no sé si lo sabéis pero soy profesora de inglés.
Proseguimos nuestra ascensión que supuestamente termina en una terraza, pero ohhhhhhhh está cerrada la puerta así que descendemos otra vez. Al llegar abajo está el egipcio de rigor linterna en mano intentando atraernos hacia un rincón de la puerta para que veamos unos murciélagos, pero pasamos de él y lo vemos por nuestra cuenta y con mi linterna, eso sí enviamos una avanzadilla para que le distraiga mientras observamos los murciélagos. Al final cabreo que te crió por su parte pero no voy a pagarle sus pilas jeje que para eso voy bien equipada jejeje Murciélagos de esos pequeñitos los hay en varios puntos al menos en el Templo de Edfú.
Salimos , nos hacemos fotos dentro y fuera, de cerca y de lejos y el calor y la sed empiezan a causar estragos entre nosotros así que nos dirigimos al bar que hay cerca de la entrada y al fin una sombra una silla y agüita fresquita…. Umm que delicia. Nos daba miedo levantarnos para ir a los autocares por que teníamos que volver a pasar por delante de los de las tiendas.
Hoy toca madrugar pero no tanto. Hemos dormido como marmotas por el cansancio acumulado estos días de atrás. Bajamos a desayunar y todo el mundo sigue medio dormido. ¡Que bien la gente ya se lanza a hablar y yo empiezo a hacer de las mías para intentar enredar a la gente del grupo para hacer las excursiones por nuestra cuenta en el Cairo. Rodri en seguida confía en mí. Toni diciéndole pero piénsatelo bien mira que mi niña es muy lanzada jajaja aprovecho para indagar a ver si hay alguien más del foro pero parece que nadie más lo conoce.
Terminamos de desayunar y vamos a la habitación a por la gorra, la protección, el agua … etc … vamos todo el avituallamiento necesario y rumbo a Edfú, salimos de la motonave y nos están esperando los autocares, vaya chasco yo pensaba que íbamos a ir en calesas con sus carreras y todo eso, pero no. Llegamos y como siempre hay que pasar por delante de todos los puestos pero aquí hay algo raro, ven a un hombre y todos salen corriendo, aha no pueden bajar de la acera sino se las cargan así que hacen verdaderas virguerías para intentar atraer nuestra atención.
Mini (el guía por llamarle de alguna manera) ya tiene las entradas y todos de nuevo al detector de metales que como ya es habitual suena y sigue sonando pero no paran a nadie jejeje. (Mira que si fuésemos un grupo de terroristas en viaje del Imserso a hacer pruebas de tiro al blanco en movimiento, o de maniobras de instrucción).
Seguimos el camino marcado y de pronto aparece ante nuestros ojos el templo de Edfú, muy bien conservado y precioso para mi gusto. Vamos directos a la sala hipóstila y en un rincón el guía se pone a darnos la breve explicación (ya he comentado que no se escoció demasiado). Lo increíble era que teóricamente en el interior de esa sala teníamos que estar fresquitos y la realidad es que era agobiante debido a las luces que han puesto para iluminar el interior. Lo hace insoportable, una humedad en el ambiente yo me estaba poniendo mala, así que abanico y a darle al manubrio jeje léase mi mano…
[No sé si he comentado que vivo en Barcelona y que llevo muy mal lo del calor, en verano siempre llevo a cuestas mi neverita con 3 botellas de medio litro cada una allí donde vaya y me las bebo todas y aún así tengo momentos en los que me entran unos mareos y unos sofocos que no puedo.]
Bueno cuando el guía termina su explicación, en breve como ya he dicho, nos deja libres y nos ponemos a indagar, de pronto damos con una escalera semi-escondida y completamente a oscuras, pero jeje saco de mi kit de supervivencia una linterna, que Rodri, Jessica, Raúl y Raquel aplauden, están alucinados conmigo con lo bien preparada que creen que voy. Y yo claro que si la web que si tal que si cual .. jeje. Dentro vemos en las paredes relieves muy bonitos y algunos muy bien conservados.. Cuidado que baja un grupo de ingleses y yo les alumbro con mi super linterna mientras Toni en un inglés de Jaén (nunca ha estudiado inglés) y con total desparpajo les empieza a dirigir. Teníais que ver a los ingleses maduritos ya, reírse como cestos jejejeje Bueno no solo los inglese, nosotros tb, especialmente yo que no sé si lo sabéis pero soy profesora de inglés.
Proseguimos nuestra ascensión que supuestamente termina en una terraza, pero ohhhhhhhh está cerrada la puerta así que descendemos otra vez. Al llegar abajo está el egipcio de rigor linterna en mano intentando atraernos hacia un rincón de la puerta para que veamos unos murciélagos, pero pasamos de él y lo vemos por nuestra cuenta y con mi linterna, eso sí enviamos una avanzadilla para que le distraiga mientras observamos los murciélagos. Al final cabreo que te crió por su parte pero no voy a pagarle sus pilas jeje que para eso voy bien equipada jejeje Murciélagos de esos pequeñitos los hay en varios puntos al menos en el Templo de Edfú.
Salimos , nos hacemos fotos dentro y fuera, de cerca y de lejos y el calor y la sed empiezan a causar estragos entre nosotros así que nos dirigimos al bar que hay cerca de la entrada y al fin una sombra una silla y agüita fresquita…. Umm que delicia. Nos daba miedo levantarnos para ir a los autocares por que teníamos que volver a pasar por delante de los de las tiendas.
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