30 Agosto 2005
Sonó el teléfono para despertarnos, muy temprano para mi gusto ya que a pesar de lo muy cansada que estaba la noche anterior, se ve que estaba todavía más nerviosa por ver lo que nos deparaba al día siguiente que me costó muchísimo conciliar el sueño.
Pues nada en marcha nos vestimos y aseamos, cogimos todas las cosas y a desayunar, la gente no estaba para muchos ruidos, teníais que haber visto sus caras (imagino que no peores que las nuestras).
Todos al autocar que empieza la visita. Vamos hacia el valle de los Reyes recorriendo las calles de Luxor. ¡Mira ahí está el albino que vimos ayer, ay va si está repetido! Sí como si no fuese difícil que salga un albino como para que salga por doble, vaya que eran gemelos. Menudo contraste jeje
Vaya caos los micro autobuses tan llenos de gente que hasta parece que vayan a salirse por la ventanilla, gente que literalmente da un salto y se agarra a la puerta y viaja en volandas y cuando llega a la parada baja de un salto. Menudo calor tiene que hacer ahí dentro y oler, no quiero ni imaginármelo.
Mucha suciedad por las calles sin asfaltar y lodazales por todas partes ya que tiran el agua a la calle como se hacía no hace tanto en algunos pueblos de España.
A lo lejos ya fuera de las callecitas de la ciudad vislumbramos el palacete que se hizo construir Carter. No si a mi tampoco me importaría tener una casita así cariño, me comenta Toni.
Al fin llegamos al valle, durante el trayecto hemos empezado a hablar con dos parejas Rodri y Jéssica de León jovencitos pero muy tímidos (eso al principio, jeje) y con Raúl y Raquel de un pueblo de Barcelona. Menos mal parece que la gente empieza a soltarse. Durante la visita vamos con la pareja de León y desde ese día no vamos a separarnos salvo en un punto del camino en el que nuestros circuitos divergen pero nos volveríamos a encontrar en el Cairo.
Bajamos el autocar y a pesar de tener que pasar por todas las tiendas no nos agobiaron ya que estaban empezando a abrir. Llegamos a la taquilla el guía cogió las entradas y pasamos por el detector de metales (JAJAJAJAJA) permitidme que me ría, menudo detector jaja si siempre sonaba pero allí no registraban a nadie y así será durante todo el recorrido como ya sabéis los que ya habéis estado allí.
Bueno lo primero todos al trenecito y para arriba un trayecto muy corto pero con la que ya empezaba a caer se agradeció el no tener que subir andando. ¡Qué maravilla! Las montañas completamente yermas pero con un color rojizo por el sol, ¡qué paz se respira! Eso sí, si pudiesen bajar un poco la calefacción se agradecería jeje (Ra bájala un poquito).
Lo primero es dirigirnos a la puerta de la tumba de Tuthankamon. Bueno a la especie de recibidor que hay nada más entrar y eso que hay un cartel en el que especifica que no se puede parar el grupo allí y que se realicen las explicaciones fuera. Bueno pues nuestro guía, que es más chulo que un ajo, ahí que se pone a dar las explicaciones. Bueno por decir algo pq más que explicar nos recitó de pe a pá lo que ponía en el cartel solo que en español. No añadió ni un ápice. Al finalizar su memorizado discurso dijo que si alguien tenia alguna pregunta, pensando que nadie le iba a preguntar pero se equivocó le hicieron preguntas que alguna pudo contestar mal que bien pero otras ni idea el tío pero gracias a su habilidad para escaquearse cuando no sabía algo o cuando no le interesaba. Nadie sabe como pero ya había desaparecido MENUDO IMPRESENTABLE. Bueno el nos aconsejó que visitáramos 3 tumbas: la de Ramses IX, la de Merneptah y la de Seti II según él las mejores de las que estaban abiertas en ese momento y la verdad es que muy bonitas pero luego nos acercamos a una a la que para acceder había que subir muchísimas escaleras la de Tutmosis III y a la que nos acercamos con la esperanza de sobornar al de la entrada ya que todo el mundo que salía decía que muy guapa y claro ya habíamos agotado las 3 tumbas que se pueden ver. Y na de na yo creo que es el único vigilante honesto que nos encontramos en todas las visitas. No es que quisiéramos sobornarle pero no nos daba tiempo a volver a la taquilla a comprar otra entrada y visitar la tumba así que teníamos que intentarlo. Así que Rodri, Jessica, Toni y yo nos volvimos con las ganas de entrar. Bueno ahí ta mi excusa para volver .
Resignados bajamos todas las escaleras y nos dirigimos donde habíamos quedado con el guía un porche en el que al menos los ventiladores hacían más llevadero el calor. Trenecito de bajada. Camino del autocar, madre mía comenzó el acoso por parte de los vendedores. Nosotros estábamos todavía dormidos y con la mirada en el suelo, echamos manos de nuestros conocimientos del egipcio moderno: la, la, suchran y la verdad es que funcionó llegamos en un momento al autocar. Rodri y Jessica cayeron y pagaron el oro y el moro por tres figuritas y digo eso pq otra pareja que venía en el autocar pagó por lo mismo un tercio o incluso menos y además con regalito jeje. La que si pagó una pasada fue una chica que llego a pagar 15 euros por un pañuelo de esos blancos que podéis ver en alguna de mis fotos. Se ve que ni se molestó en regatear, el egipcio debió de cerrar el puesto por esa mañana ya que hizo el negocio del siglo jeje
Bueno ahora nos vamos a ver el Templo de Deir el Bahari (templo de la reina Hatsesup) así que todos al autocar, uff estamos secos, como corre el agua. Yo normalmente me bebo unos 3 litros diarios pero Toni bebe muy poco y aquí me alcanza jeje no le había visto nunca con tanta sed. Comemos unos frutos secos mientras vamos al templo………..
CONTINUARÁ
Sonó el teléfono para despertarnos, muy temprano para mi gusto ya que a pesar de lo muy cansada que estaba la noche anterior, se ve que estaba todavía más nerviosa por ver lo que nos deparaba al día siguiente que me costó muchísimo conciliar el sueño.
Pues nada en marcha nos vestimos y aseamos, cogimos todas las cosas y a desayunar, la gente no estaba para muchos ruidos, teníais que haber visto sus caras (imagino que no peores que las nuestras).
Todos al autocar que empieza la visita. Vamos hacia el valle de los Reyes recorriendo las calles de Luxor. ¡Mira ahí está el albino que vimos ayer, ay va si está repetido! Sí como si no fuese difícil que salga un albino como para que salga por doble, vaya que eran gemelos. Menudo contraste jeje
Vaya caos los micro autobuses tan llenos de gente que hasta parece que vayan a salirse por la ventanilla, gente que literalmente da un salto y se agarra a la puerta y viaja en volandas y cuando llega a la parada baja de un salto. Menudo calor tiene que hacer ahí dentro y oler, no quiero ni imaginármelo.
Mucha suciedad por las calles sin asfaltar y lodazales por todas partes ya que tiran el agua a la calle como se hacía no hace tanto en algunos pueblos de España.
A lo lejos ya fuera de las callecitas de la ciudad vislumbramos el palacete que se hizo construir Carter. No si a mi tampoco me importaría tener una casita así cariño, me comenta Toni.
Al fin llegamos al valle, durante el trayecto hemos empezado a hablar con dos parejas Rodri y Jéssica de León jovencitos pero muy tímidos (eso al principio, jeje) y con Raúl y Raquel de un pueblo de Barcelona. Menos mal parece que la gente empieza a soltarse. Durante la visita vamos con la pareja de León y desde ese día no vamos a separarnos salvo en un punto del camino en el que nuestros circuitos divergen pero nos volveríamos a encontrar en el Cairo.
Bajamos el autocar y a pesar de tener que pasar por todas las tiendas no nos agobiaron ya que estaban empezando a abrir. Llegamos a la taquilla el guía cogió las entradas y pasamos por el detector de metales (JAJAJAJAJA) permitidme que me ría, menudo detector jaja si siempre sonaba pero allí no registraban a nadie y así será durante todo el recorrido como ya sabéis los que ya habéis estado allí.
Bueno lo primero todos al trenecito y para arriba un trayecto muy corto pero con la que ya empezaba a caer se agradeció el no tener que subir andando. ¡Qué maravilla! Las montañas completamente yermas pero con un color rojizo por el sol, ¡qué paz se respira! Eso sí, si pudiesen bajar un poco la calefacción se agradecería jeje (Ra bájala un poquito).
Lo primero es dirigirnos a la puerta de la tumba de Tuthankamon. Bueno a la especie de recibidor que hay nada más entrar y eso que hay un cartel en el que especifica que no se puede parar el grupo allí y que se realicen las explicaciones fuera. Bueno pues nuestro guía, que es más chulo que un ajo, ahí que se pone a dar las explicaciones. Bueno por decir algo pq más que explicar nos recitó de pe a pá lo que ponía en el cartel solo que en español. No añadió ni un ápice. Al finalizar su memorizado discurso dijo que si alguien tenia alguna pregunta, pensando que nadie le iba a preguntar pero se equivocó le hicieron preguntas que alguna pudo contestar mal que bien pero otras ni idea el tío pero gracias a su habilidad para escaquearse cuando no sabía algo o cuando no le interesaba. Nadie sabe como pero ya había desaparecido MENUDO IMPRESENTABLE. Bueno el nos aconsejó que visitáramos 3 tumbas: la de Ramses IX, la de Merneptah y la de Seti II según él las mejores de las que estaban abiertas en ese momento y la verdad es que muy bonitas pero luego nos acercamos a una a la que para acceder había que subir muchísimas escaleras la de Tutmosis III y a la que nos acercamos con la esperanza de sobornar al de la entrada ya que todo el mundo que salía decía que muy guapa y claro ya habíamos agotado las 3 tumbas que se pueden ver. Y na de na yo creo que es el único vigilante honesto que nos encontramos en todas las visitas. No es que quisiéramos sobornarle pero no nos daba tiempo a volver a la taquilla a comprar otra entrada y visitar la tumba así que teníamos que intentarlo. Así que Rodri, Jessica, Toni y yo nos volvimos con las ganas de entrar. Bueno ahí ta mi excusa para volver .
Resignados bajamos todas las escaleras y nos dirigimos donde habíamos quedado con el guía un porche en el que al menos los ventiladores hacían más llevadero el calor. Trenecito de bajada. Camino del autocar, madre mía comenzó el acoso por parte de los vendedores. Nosotros estábamos todavía dormidos y con la mirada en el suelo, echamos manos de nuestros conocimientos del egipcio moderno: la, la, suchran y la verdad es que funcionó llegamos en un momento al autocar. Rodri y Jessica cayeron y pagaron el oro y el moro por tres figuritas y digo eso pq otra pareja que venía en el autocar pagó por lo mismo un tercio o incluso menos y además con regalito jeje. La que si pagó una pasada fue una chica que llego a pagar 15 euros por un pañuelo de esos blancos que podéis ver en alguna de mis fotos. Se ve que ni se molestó en regatear, el egipcio debió de cerrar el puesto por esa mañana ya que hizo el negocio del siglo jeje
Bueno ahora nos vamos a ver el Templo de Deir el Bahari (templo de la reina Hatsesup) así que todos al autocar, uff estamos secos, como corre el agua. Yo normalmente me bebo unos 3 litros diarios pero Toni bebe muy poco y aquí me alcanza jeje no le había visto nunca con tanta sed. Comemos unos frutos secos mientras vamos al templo………..
CONTINUARÁ
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