Me he reido un montón con vuestras anécdotas, algunas són superdivertidas. Yo estuve allí hace 3 años en un viaje de 15 días y también nos pasaron cosas. Como ya sabeis El Cairo es una locura, el caos circulatorio de aupa y ahí estábamos en nuestro 1er día de viaje, eramos 4 personas (mi marido , su tía, mi suegra y yo )volviendo de Shakara íbamos en una furgoneta Vanette los 4 con el chofer y el guía, mi marido hablando con el guía sobre la manera de conducir de los cariotas..., que si hay muchos accidentes, el guía diciendo no te creas, que para lo que es la ciudad hay pocos, etc... en eso que suena el mobil de mi suegra, era un familiar preguntando como había ido el 1er dia de viaje, y mi suegra le dice, riendose y en cachondeo, si mañana no os llamamos es que hemos tenido un accidente esto es caótico, y en ese momento oimos un frenazo, y crash... golpetazo desde atrás, el movil volando por el coche y mi suegra despatarrada en el suelo de la furgoneta, deternillandose de la risa y mi cuñado al otro lado del teléfono que no entendía nada, alucinando en colores, el guía y el chofer super preocupados, por suerte solo fué el susto.
Otra de las cosas que nos pasó fué en Sharm el Sheikh, esta etapa del viaje era de relax, pues mi marido es aficionado al submarinismo y su sueño era bucear en el mar Rojo, así que ese día nos levantamos prontito(para no perder la costumbre), desayunamos y mi marido dice "voy a pasear por los jardines para hacer tiempo hasta la hora de la inmersión". Tres cuartos de hora más tarde me bajo para el centro de buceo y veo a lo lejos a un señor haciendo aspavientos con la manos y gritandole algo a mi señor marido y a un montón de turistas rusos mirando la escena. Cuando llego a la altura de ellos el señor ya está más calmado y veo que está excusandose en francés. Resulta que mi maridín es bastante moreno,( a esas alturas del viaje aún más), su pelo es negro con bastantes canas y lleva barba, total que estaba sentando en una roca mirando al mar y fumándose un cigarrito cuando empieza a oir los gritos en árabe de este señor que se acerca por el camino a grandes zancadas dirigiendose hacia él y sin parar de gritar, mi marido con calma se levanta y con cara de sorpresa le pregunta " que pasa? que he hecho? no entiendo lo que me dices", a todo eso cada vez lo miraba más gente,y mi marido ya empezaba a pasar de la sorpresa al puro cabreo, cuando de repente el señor para de gritar le mira de nuevo, le mira el polo que llevaba puesto y empieza a deshacerse en excusas. Resulta que había confundido a mi marido con un trabajador del hotel, por que iba vesitdo con los mismos colores que los camareros de las piscinas y además por ser tan moreno. Yo me partía de risa por que durante el viaje no era la primera vez que lo confundían con un egipcio. Bueno tengo alguna más que ya os contaré otro día.
Un abrazo.
Otra de las cosas que nos pasó fué en Sharm el Sheikh, esta etapa del viaje era de relax, pues mi marido es aficionado al submarinismo y su sueño era bucear en el mar Rojo, así que ese día nos levantamos prontito(para no perder la costumbre), desayunamos y mi marido dice "voy a pasear por los jardines para hacer tiempo hasta la hora de la inmersión". Tres cuartos de hora más tarde me bajo para el centro de buceo y veo a lo lejos a un señor haciendo aspavientos con la manos y gritandole algo a mi señor marido y a un montón de turistas rusos mirando la escena. Cuando llego a la altura de ellos el señor ya está más calmado y veo que está excusandose en francés. Resulta que mi maridín es bastante moreno,( a esas alturas del viaje aún más), su pelo es negro con bastantes canas y lleva barba, total que estaba sentando en una roca mirando al mar y fumándose un cigarrito cuando empieza a oir los gritos en árabe de este señor que se acerca por el camino a grandes zancadas dirigiendose hacia él y sin parar de gritar, mi marido con calma se levanta y con cara de sorpresa le pregunta " que pasa? que he hecho? no entiendo lo que me dices", a todo eso cada vez lo miraba más gente,y mi marido ya empezaba a pasar de la sorpresa al puro cabreo, cuando de repente el señor para de gritar le mira de nuevo, le mira el polo que llevaba puesto y empieza a deshacerse en excusas. Resulta que había confundido a mi marido con un trabajador del hotel, por que iba vesitdo con los mismos colores que los camareros de las piscinas y además por ser tan moreno. Yo me partía de risa por que durante el viaje no era la primera vez que lo confundían con un egipcio. Bueno tengo alguna más que ya os contaré otro día.
Un abrazo.
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