Celso Vernon
03-17-2009, 05:35 PM
En 1274 a.C Ramesses II encauzaba sus tropas hacia el norte de Palestina (Siria) para entablar batalla contra los hititas. Por razones desconocidas el faraón quiso hacer creer a la posteridad (esculpiendo en los principales templos de Egipto) que había conseguido una victoria abrumadora, pero en realidad ocultó la verdad de tal confrontación... ¿Por qué?...
En el quinto año de su reinado, Ramsés II tuvo que enfrentarse a poderosos enemigos: los hititas. La narración de la batalla -esculpida en los principales templos de Egipto- anuncia como implacable vencedor al faraón, que como patrón de estos mismos edificios, podría suponer una visión un tanto partidista de los hechos. Los estudios intentan acercarse el máximo posible a la realidad para explicar el inicio del enfrentamiento. En el verano del 1274 a.C., partiendo de Per-Ramsés (ciudad del Delta), cuatro divisiones encabezadas por Ramsés tardaron un mes de marcha hasta llegar a las inmediaciones de Qadesh. Gracias el apaleamiento de dos espías de Muwatalli II Ramsés averiguó la situación de su enemigo, que según los dos rehenes se situaba en las tierras de Alepo. La lejanía que le apartaba de estas tierras le hizo confiarse y asentar un campamento de 2500 hombres al norte de Qadesh. Junto con la de Amón, el resto del ejercito lo formaban las divisiones de Re, Ptah y Sutekh además del cuerpo de élite llamado naharina. Pero los guías habían mentido: Mutawalli se acercaba a Ramsés con un cuerpo de 20.000 hombres esperando atacarle a las puertas de Qadesh. Un ataque sorpresa hitita dividió las divisiones de Re con la de Amón haciendo peligrar la seguridad de la familia del faraón, teniendo que ser evacuada a Mutnefer. Armado y acompañado por sus dos caballos preferidos Victoria en Tebas y Mut está en Paz el escriba Pentaur relató cómo Ramsés se lanzó sólo a las tropas. Aunque los relieves hacen honor al coraje del faraón, la realidad parece indicar a un golpe de suerte; en el asalto hitita éstos se dedicaron al saqueo en lugar de asegurarse de dar por terminada la batalla, cuando los naharina aparecieron y cambiaron el rumbo de la batalla. Tras el duro golpe egipcio, Mutawalli pidió el armisticio. Ramsés respondió con el retiro de sus tropas a Egipto en un «repliegue pacífico». Aún así, el tratado de paz no llegaría hasta dieciséis años más tardes. Los estudiosos han determinado que fue la batalla de Qadesh fue en última instancia un proyecto para el dominio de las rutas comerciales asiáticas y no como un acto de defensa. La revisión de los relieves del Poema de Pentaur –y su versión en papiro- han sido esenciales para desvelar la verdad histórica oculta tras la versión partidista egipcia...
Salud
En el quinto año de su reinado, Ramsés II tuvo que enfrentarse a poderosos enemigos: los hititas. La narración de la batalla -esculpida en los principales templos de Egipto- anuncia como implacable vencedor al faraón, que como patrón de estos mismos edificios, podría suponer una visión un tanto partidista de los hechos. Los estudios intentan acercarse el máximo posible a la realidad para explicar el inicio del enfrentamiento. En el verano del 1274 a.C., partiendo de Per-Ramsés (ciudad del Delta), cuatro divisiones encabezadas por Ramsés tardaron un mes de marcha hasta llegar a las inmediaciones de Qadesh. Gracias el apaleamiento de dos espías de Muwatalli II Ramsés averiguó la situación de su enemigo, que según los dos rehenes se situaba en las tierras de Alepo. La lejanía que le apartaba de estas tierras le hizo confiarse y asentar un campamento de 2500 hombres al norte de Qadesh. Junto con la de Amón, el resto del ejercito lo formaban las divisiones de Re, Ptah y Sutekh además del cuerpo de élite llamado naharina. Pero los guías habían mentido: Mutawalli se acercaba a Ramsés con un cuerpo de 20.000 hombres esperando atacarle a las puertas de Qadesh. Un ataque sorpresa hitita dividió las divisiones de Re con la de Amón haciendo peligrar la seguridad de la familia del faraón, teniendo que ser evacuada a Mutnefer. Armado y acompañado por sus dos caballos preferidos Victoria en Tebas y Mut está en Paz el escriba Pentaur relató cómo Ramsés se lanzó sólo a las tropas. Aunque los relieves hacen honor al coraje del faraón, la realidad parece indicar a un golpe de suerte; en el asalto hitita éstos se dedicaron al saqueo en lugar de asegurarse de dar por terminada la batalla, cuando los naharina aparecieron y cambiaron el rumbo de la batalla. Tras el duro golpe egipcio, Mutawalli pidió el armisticio. Ramsés respondió con el retiro de sus tropas a Egipto en un «repliegue pacífico». Aún así, el tratado de paz no llegaría hasta dieciséis años más tardes. Los estudiosos han determinado que fue la batalla de Qadesh fue en última instancia un proyecto para el dominio de las rutas comerciales asiáticas y no como un acto de defensa. La revisión de los relieves del Poema de Pentaur –y su versión en papiro- han sido esenciales para desvelar la verdad histórica oculta tras la versión partidista egipcia...
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