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os pido opinion de mi proximo viaje a egipto.

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  • os pido opinion de mi proximo viaje a egipto.

    [FONT=Times New Roman]Lo mejor de Egipto.[/FONT]11 dias de viaje en pension completa y visitas de: Alta presa de assuán y templo de Philae.Templos de kom Ombo, Edfu,Karnak,Luxor y Dendera.Valle de los reyes,templo de la reina Hatshepsut y Colosos de Memnón.Paseo en faluca en assuám.Templos de Abu Simbel.Piramides y Esfinge.Museo Egipcio.Ciudadela,Mezquita de Mohamed Ali, Bazar de Khan El Khalili. 3 Noches de Crucero por el Nilo,(Assuán,Kom Ombo;Edfu,Luxor)2 noches en Luxor,1 noche en Abu Simbel y 3 noches en el Cairo. Viajo con Iberojet en clase lujo. He hecho una buena eleccion en lo que es el viaje . yo pienso que es un viaje muy completo y al contrario que el Akenaton creo que es más relajado . espero que me aconsejeis sobre mi viaje .Sin nada más un saludo amigos....

  • #2
    Pues si , bien completo encuentro tu viaje, solo que habria sido quizas mejor sin pension completa en todo el viaje, solo en el crucero, asi tendrian mas libertad de accion en los otros sitios que visitan, sobretodo en El Cairo. Pero es solo mi parecer, seguro se las arreglan y aprovechan el tiempo al maximo.

    saludos

    patty

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    • #3
      Veo que tienes un circuito muy compelto... Tienes 3 noches en Luxor ..podrías aprovechar para ir a DEndera (que he visto que lo tienes incluído) y Abydos (que no lo has nombrado)..Mira a ver si o bién te lo pueden inclñuír el mismo día que la excursión a Dendera (son dos ciudades al norte de Luxor) o sino, mira a ver de hacerlo por libre..renuncia a la excursión a Dendera con agencia (aunque la hayas pagado, creo que Abydos vale la pena..AUNQUE TE HABLÉ DE OÍDAS Y NO HAYA ESTADO NUNCA.... ) y has las dos por tu cuenta...
      Mira a ver de hacer la excursion en globo...
      Podrías decirnos como han repartido tu tiempo en KLuxor?? ver si podemos aconsejarte unas excursiones por libre ???...

      BESOTES

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      • #4
        Viaje

        Ya que hice ese mismo programa hace un año, te copio el diairo del viaje que ya colgué en su día en el foro, y si necesitas algo mas me lo dices. Un abrazo.
        Lo copio en varios posts pues en uno es demasiado largo.

        21 y 22 de agosto de 2005




        Después de tantos nervios, llegó el gran día. Hoy tenemos que dormir una buena siesta pues esta noche no podremos dormir y la de mañana, ya veremos…
        A las 00,30 horas, ya del día 22, salimos hacia Madrid, si prisas, haciendo parada en la mitad del trayecto para tomar un café. Dejamos en coche en el Aparcamiento de Larga Estancia de Barajas y esperamos 10 minutos el bus (hace frío), que nos lleva a la Terminal de Internacional.

        Un poco despistados, recorremos dos veces el edificio, de un lado al otro, hasta que alguien nos informa que los mostradores de las mayoristas se encuentran un piso más abajo. Arrastrando nuestras maletas llegamos al mostrador de Iberojet y primera sorpresa: Está cerrado y tienen colocado un cartel que dice que vayamos directamente al mostrador de facturación (Palabras de la Agencia de Viajes: Cuando lleguéis a Barajas, el personal de Iberojet estará esperando para informaros de lo que tengáis que hacer……).

        En fin, otra vez arriba y cuando localizamos el mostrador de Iberworld ya hay bastante gente esperando. Mientras esperamos en la cola, observo a la gente y más tarde me doy cuenta que la pareja que está detrás y la de al lado, serán compañeros nuestros en todo el viaje.

        Después de tomar un desayuno, ya es casi hora de embarcar, son las 6,45 de la mañana y la noche se ha pasado volando.

        A las 7,30, muy puntual, sale nuestro avión, no demasiado nuevo y con unos 160 pasajeros.

        Despegamos y la tensión que me produce volar, me impide cerrar los ojos durante todo el viaje, a pesar del sueño y del cansancio.

        A nuestros pies, mar, mar y más mar, parece que sobrevolamos alguna isla, que puede ser Córcega o Cerdeña,

        Pasadas más de cuatro horas de viaje, volamos sobre el desierto hasta que al fin se vislumbra la gran serpiente verde que lo atraviesa: El Nilo y sus riberas. No me lo puedo creer, ya estamos allí. Aterrizamos en Luxor que tiene un edificio muy nuevo pero al lado veo la carpa de la que tanto he oÍdo hablar. Sólo hay otro avión en la pista, aparte del nuestro.

        Al salir del avión, un sol de justicia y un calor tremendo. Esto es Egipto.

        Entre un gran bullicio localizamos al representante de Iberojet y hacemos los trámites del visado y ya fuera del edificio localizamos al que será nuestro guía durante casi todo el viaje, Issam. Nuestro grupo Lo Mejor de Egipto lo formábamos ocho personas y ahí conocimos a 4 de ellas pues la otra pareja había llegado en un vuelo anterior y ya estaba en el barco.

        Vamos con nuestros equipajes hacia el autobús y junto a él hay un ejercito de “maleteros” que pretenden cobrar un euro sólo por subir las maletas a medio metro del suelo.

        Enseguida llegamos al barco, el Nile Plaza. Subimos directamente al salón con Issam para tener un primer contacto. Nos dice que vayamos al comedor y que allí, el representante de Iberojet, Mahmoud, nos sorteará los tres camarotes.

        La primera impresión del Nile Plaza no es mala, el vestíbulo no está mál y el comedor y salón tampoco y las cabinas, muy normalitas pero limpias, pero no se corresponde ni de lejos a la categoría cinco estrellas, pero es lo que hay (Durante el viaje vi muchos barcos, muchos parecidos al nuestro pero cuando atracábamos en paralelo, hemos pasado por algunos con unos vestíbulos impresionantes, si llego a saber las diferencias, hubiera contratado la única categoría que había por encima de la nuestra, que sólo suponía 100 euros más, pero eso será para la próxima vez (que sí………… que pienso volver). La comida en el barco estuvo bastante bien y los postres, ni te cuento.

        Bueno, pues llega Mahmoud, se presenta y nos sortea 3 cabinas. Tenemos suerte pues nos toca en la planta más alta y no escuchamos ningún ruido durante todo el viaje, peor suerte tuvieron nuestros compañeros, María y Tino, que les tocó casi a ras del agua, con las ventanas precintadas.

        Un detalle es que el catálogo decía que el baño del barco tenía secador y no había rastro de él, así es que pedí uno en recepción y me dieron uno con el interruptor quemado y por supuesto no funcionaba (que pena no haberle hecho una foto) pues estaba para haberlo tirado a la basura hace tiempo.

        Deshacemos parte de las maletas, nos damos una ducha y, a pesar del cansancio, salimos a inspeccionar. Subimos a la terraza, en la que hay una parte con toldos, mesas y sillas y otra parte al sol con tumbonas alrededor de la piscina. Eran las cuatro de la tarde y el calor era insoportable pero hicimos tiempo hasta las 6, hora en la que nos reuníamos con Mahmoud. Llegamos los seis que ya nos habíamos conocido y la otra pareja que había llegado antes. Mahmouh nos soltó el mitin, por supuesto intentado que contratáramos todas las excursiones opcionales. Teníamos prácticamente todo incluido y contratamos la visita al pueblo Nubio y le dijimos que las opcionales de El Cairo las haríamos por libre. Parece que no le gustó mucho la idea e intentó meter el miedo en el cuerpo con lo de la seguridad, detalle que no me gustó nada. Aúnque insistimos en que no contrataríamos, nos dio dos días para pensárnoslo. Por su cara se notaba que estaba contrariado y que lógicamente nuestra decisión iba en contra de sus intereses.

        Nos pidió 35 euros por persona para propinas, que me pareció una pasada, teniendo en cuenta que en el barco, nos olvidábamos de las propinas pero en los hoteles, por ejemplo, los maleteros se hacían los remolones en la habitación, esperando propina y que les dices ¿Qué se pasen por el Nile Plaza y que Iberojet les paga? Esto me parece un abuso por parte de la mayorista pues no te dan la opción de dar las propinas por tu cuenta, te exigen los 35 euros por persona y dudo mucho que se repartan entre quienes se lo merecen, es más, dudo hasta de que lo repartan. En fín que la actitud de la mayorista en esta ocasión y en alguna otra que ya iré contando es lo único que te molesta de un viaje tan fantástico. Y aquí termina el primer día, con mucho cansancio, acostándonos a las 12 h. para levantarnos a las 4,30h. y comenzar la aventura.

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        • #5
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          23 de agosto de 2005

          Nos levantamos a las 4,30 h. para salir hacia el Valle de los Reyes. Increíble pero solo había dormido 4 horas en dos días y estaba más fresca que una lechuga. Abro la ventana y, entre la oscuridad se ve el reflejo del agua y alguna mezquita de la otra orilla iluminada y llamando a la oración. Impresiona entre tanto silencio, lo que digo: Esto ya es Egipto.

          Después de desayunar salimos los ocho con Issam, hacia un minibús de 15 plazas, que sería nuestro medio de transporte en todo el viaje por tierra. Nos unimos al convoy que sale para el Valle de los Reyes. En todos los viajes por carretera, sin excepción, viajamos en convoy con la policía. Issam nos va adelantando lo que vamos a ver.

          Llegamos al Valle de los Reyes y aún no ha amanecido del todo. Salvo la policía aquello está desierto. Vemos a lo lejos la silueta de algunos globos sobre el cielo de Luxor. Montamos en un trenecito que nos deja en las taquillas. Visitamos tres tumbas: Tausert y Sethnakt, Seti II y Ramses I. Al salir de la primera, el sol ya estaba haciendo de las suyas, a pesar del abanico, las gorras y las botellas de agua. He llegado a beber agua tan caliente como una sopa y aún así, se agradecía. De las tres tumbas, la que mas me gustó fue la de Ramses I, porque tiene unos grabados muy conservados y con mucho colorido. En esta tumba, como en todas, está prohibido sacar fotos y filmar pero siempre hay algún atrevido y el vigilante le pilló haciendo fotos. Me quede parada a ver que pasaba, pues me daba la impresión de que se las estaba borrando, pero nada más lejos de la realidad, las estaba contando y veo al turista, sacar de la cartera unos billetes y darselos al vigilante, alucinante!!!

          Cuando salíamos de la segunda tumba aquello ya estaba lleno de gente. Tengo que agradecer a Issam que siempre nos llevara a los sitios antes de amanecer y permitiendo que disfrutáramos prácticamente en soledad durante 5 o 10 minutos de las maravillas de su país.

          A continuación fuimos al Templo de Hatsetsup e igualmente pudimos disfrutarlo en soledad unos minutos (una de las frases favoritas de Issam era: “Vamos a darnos prisa que detrás vienen los enemigos.” , vaya regalitos que le hacían a la Faraona……… Después visita breve a la ciudad de los artesanos (que paisaje tan espectacular, todas esas casas pintadas de colorines en medio del desierto). Issam nos dijo que haríamos una parada en un taller de alabastro para ver como trabajaban y nos invitarían a un refresco. Pues paramos y allí habia 5 hombres debajo de un toldo dando golpecitos a las piedras, vamos que estaban para hacerles la foto y nos pasan a la tienda, que eso si era una tienda de verdad. Estuvimos mirando aquí y allá y a ninguno nos interesó comprar nada. Total que ya salíamos hacía el bus y el dueño de la tienda detrás de nosotros: ehhhhh… un euro por cada dos refrescos….. pero …oño… no era una invitación??? Jeje …. Sólo si se compra algo.

          Los Colosos de Memmon, que en sus tiempos de esplendor tuvieron que ser una maravilla. Ahora dan un poco de pena…….. tan solos, allí en medio de campo pero espectaculares al fin y al cabo.

          Ya casi es hora de comer y tenemos que volver con el minibús a Luxor a unirnos al convoy que va hacia Esna, que es donde ya está nuestro barco, que ha madrugado tanto como nosotros para ponerse a la cola de la esclusa. Mientras esperamos a que salga el convoy, vamos a un bareto con María y Tino a tomar una coca cola, en la terraza, que eran dos bancos y una mesa en la calle, y observamos a la gente que pasa, a un hombre subiendo a una palmera a recoger dátiles, cosas cotidianas de allí pero a nosotros todo nos llamaba la atención.

          De camino hacia Esna, me gusta ir viendo por la ventanilla el paisaje rural, aldeas al lado del canal, sus niños, sus animales, pero no consigo llegar despierta, pues el madrugón empieza a notarse.

          Llegamos a Esna y tras atravesar un descampado bajo el sol, llegamos al barco, ¡bendito aire acondicionado!!. Vamos al camarote para lavarnos antes de comer y nos encontramos encima de la cama a una mama cisne enorme hecha con una manta y dos pequeños cisnes hechos con las toallas, que detalles tienen los colegas, yo alucino, pero alucino más cuando abro la ventana y veo debajo de mi a los chicos de las falucas vendiendo chilabas y otros enseres a los huéspedes del barco. No hago más que asomarme y ya enpiezan a volar chilabas por encima de mi cabeza en medio de un griterío impresionante: -Que no me gusta verde. –pues ahí van roja, negra, naranja…. –veinte euros, sakira. – Que no, que es muy caro, te doy cinco….

          Acabamos comprando dos chilabas para la fiesta y una mantelería que, aparte de estar mal rematada, no tenía necesidad de comprarla. Si seguimos mas rato, les compro hasta la barca.

          Un chico me pide tabaco, le tiro un cigarrito y dice que no, que le tire un “paqueto”. Que no, que los cigarrillos se fuman de uno en uno, que son muy dañinos….

          Vamos a comer y después, subimos a la terraza y allí sigue el mercadeo en medio de voces y risas. Cuando el barco se pone en marcha, los chicos de una de las barcas, se pusieron a remar con todas sus fuerzas pues todavía no habían cobrado. Fue un rato divertidísimo.

          Cruzamos la esclusa y unos niños nos tiran fundas de carretes de fotos con piedras dentro para que se las devolvamos con un euro dentro. Cuidado con esto pues como no estés al loro, te pueden sacar un ojo. Navegamos hacia Edfu contemplando las espectaculares orillas del Nilo. Al atardecer escuchamos la llamada a la oración de las mezquitas desde el barco y parte de la tripulación, saca sus alfombritas y hacen sus rezos.

          Cenamos de camino hacia Edfú y cuando llegamos, vemos la calle muy iluminada y con ambiente festivo, asi es que decidimos salir a dar una vuelta con con cuatro de nuestros compañeros. Estaban celebrando una boda en un recinto vallado, parecido a un campo de baloncesto, con la música a tope y una juerga de las buenas.

          Había muchísimos puestos y los vendedores, agobiantes, llamando para que entraramos en sus tiendas, niños que nos pedian de todo, total que salimos 6 a pasear y se nos unió un séquito de 15 o 16.

          Entramos en una tienda de chilabas pues dos del grupìto no habian comprado en las barcas y las necesitaban para la fiesta. Allí, Mustafá, uno de tantos Mustafá que me encontré en el viaje, me cambió un pañuelo por un stilo (boli de clik), que hasta que me enteré de lo que era un stilo, no sabía lo que me estaba pidiendo.

          Una mujer de una tienda de especias que había al lado me arrastro literalmente al interior de la tienda y se puso tan pesada que le tuve que comprar una bolsa de te con menta.

          De regreso al barco nos invitaban a que nos sentáramos en las terrazas a fumar una sisha pero se veía todo tan mugriento que se le quitaban a uno las ganas.

          Después de cenar tuvimos la recepción y presentación de la tripulación del barco, tengo que decir que toda la tripulación (camareros, recepcionistas, etc.) eran muy amables y muy simpáticos. Luego tuvimos bingo en el salón, que fue muy divertido. Bueno, para tapar los números de las tarjetas nos dieron alubias en unos cuencos y el que cantaba los números era Mahmoud que no se le entendía nada y fue un cachondeo. Como pronunciaba tan mal, le dijimos que cantara los número cifra a cifra y fue peor todavía pues decía: 45 (cuatro cinco), por ejemplo, pero cuando cantaba un número doble: 55 (decía: dos cincos), en fin que aquello más que un binco parecía un espectáculo de humor. Al llegar al camarote nos tenían preparado un cisne enorme con mi gorra y las gafas de sol, y a dormir que ya era hora.

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          • #6
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            24 de agosto de 2005

            Por la mañana, Edfú ha cambiado, parece otra ciudad. Al salir del barco, la calle está abarrotada de calesas, todas muy viejas y mal cuidadas y los caballos dan penita, los pobres, compartimos una con dos del grupo , son de dos plazas pero nos colocan a cuatro en cada una y con medio trasero fuera y agarrandonos a dónde podemos, vamos a ver el templo de Horus. Es precioso, muy bien conservado, muchísimo calor. Issam nos explica su historia muy bien pero sin enrrollarse. Nos enterabamos de lo principal y así lo asimilábamos mejor.

            Al salir no aparecía nuestra calesa y nos lleva de regreso un primo del calesero y a la mitad del camino se para en medio del tráfico y nosotros gritandole que siguiera adelante pues pensabamos que nos iba a dejar tirados allí, pero no, de pronto aparece otra calesa, la primera que nos había llevado y hacemos trasbordo. El hombre nos pide bolis, los abanicos, todo lo que nos veía. Le doy una caja de chicles y se mete uno en la boca y nos lo enseña masticando con su boca casi sin dientes, un número el tío, que olía fatal pero bueno, era simpático y lo más importante es que nos devuelve sanos y salvos al barco.

            Mientras comemos, salimos hacia Kom Ombo. Los paisajes espectaculares. Ese verde de las riberas contrastando con el desierto al fondo.

            Divisamos Kom Ombo y hay montones de motonaves atracadas. Al salir nos agobian los vendedores de pulseras, collares, chilabas… Para quitarme a uno de encima le compro 10 pulseras por 3 euros y a la vuelta compro otras 10 iguales a otro chico por un euro, Ufffffff, que agobiante.

            El templo, una maravilla y con una preciosa luz, pues comenzaba a atardecer. EL calor asfixiante pero se aguantaba solo por contemplar aquella maravilla. Desde el templo se ve, abajo en el río una nube de contaminación completamente gris debida a los motores de tantísimos barcos con los motores encendidos, aparte de que estaban todos tocando las bocinas a la vez, ver quien podía más. Esto me dio mucha pena por los habitantes y por el Templo, que ha permanecido intacto durante siglos y como sigan así no se cuanto tiempo va a aguantar en buenas condiciones.

            Al bajar al muelle costaba respirar y para colmo no estaba nuestro barco. Como estaba en paralelo con otros, uno se había movido y a la vez, todos los que estaban detrás.

            Nos quedamos esperando con el guía a que se colocara otra vez en su sitio y detrás de nosotros había una valla y detrás huertas, pues justo detrás de la valla había niños y niñas vendiendo collares a través de los barrotes, que lástima me dieron, con esos ojazos tan profundos… Los mas pequeñitos se colaban por los barrotes y se nos acercaban y cuando veian a un policia se volvian a colar por los barrotes como ardillitas.

            A la media hora ya pudimos entrar en el barco y al abrir el camarote me llevé un susto tremendo pues habían hecho un orangután con una manta y lo habian colgado del techo de forma que al abrir la puerta te topabas con él y los “autores del delito” estaban en el pasillo partiéndose de la risa.

            Esa noche tuvimos cena egipcia. Estaba todo muy especiado y fuerte pero muy bueno y, siguiendo las instrucciones de Issam, nos tomamos el agua con unas gotas de esos limoncitos egipcios pues por lo visto es mano santa para el estómago. Y luego al salón a la famosa fiesta de la chilaba, con baile y juegos. Nuestro grupo salimos a tomar una copa a la terraza, bajo las estrellas y poco después de pasar el inmenso e iluminado puente de Aswan, nos fuimos a dormir.

            25 de agosto de 2005

            Amanecemos en Aswan y vamos a visitar la Gran Presa. Al salir de los barcos, siempre tenemos una pareja de policías a la puerta de cada barco que tenemos que atravesar. Hoy Issam hizo novillos y nos acoplo al grupo de Tarek, otro guía que era su primo. Tarek, alias El Faraonazo, así es que subimos a un bus grande. De la Gran Presa poco que decir pues, aunque para ellos es muy importante porque con ella controlan las crecidas del Nilo, no tiene mucho que ver, solo admirar el Lago Naser desde arriba.

            Luego nos dirigimos a un embarcadero para ir en lancha a ver el templo de Philae. El templo es precioso y el entorno increíble. Lo ves tan bonito sobre la isla, merece mucho la pena visitarlo.

            El Faraonazo no tiene nada que ver con su primo. Nos soltó un rollo que la gente acabó sentada en el suelo, pero el tío era muy simpático pues en el bus nos contó muchas cosas del día a día y costumbres en Egipto. Nos habló de la bigamia en los hombres con un razonamiento muy particular. Dice que como en Egipto el número de mujeres es cinco veces mayor que el de hombres, el, hacía un favor a la sociedad si se casaba con 4 mujeres, todo con sentido del humor. También nos habló de la homosexualidad y nos dijo que quienes solian denunciar a quien la practicaba eran las mujeres del vecindario, que esta castigada muy duramente y que, vamos, si le dan una paliza un homosexual, se quedan tan panchos pues no pasa nada. Yo alucinaba, la verdad.

            Por la tarde hacemos la excursión al Pueblo Nubio, salimos en lancha y el paseo por el río es una maravilla, vemos en las orillas el Mausoleo del Aga Kan, el hotel Old Catarat (donde escribió Agatha Christie Muerte en el Nilo). De repente surgen unas pequeñas barquitas que parecen de papel, donde solo cabe un niño y se acercan a las lanchas agarrándose a ellas, y otros incluso sin barquita, nadando peligrosamente pues allí el río lleva mucha corriente y hay remolinos y así se juegan la vida por un miserable euro, cantando el ponrompompero.

            Cuando llegamos a la orilla, los que quisieran podían darse un baño en el río. De nuestro grupo, tres nos fuimos a los camellos y los otros 7 se fueron en lancha hasta el poblado. Había una gran duna de arena y yo veía a los camellos a 25 metros y creia que no iba a llegar nunca pues los pies se enterraban en la arena bajo ese sol abrasador, pero llegué al fín y subí a un camello. Cuando se levanta el animal da la impresión de que te vas a dar con los dientes en el suelo. El camellero nos hizo unas fotos y emprendimos camino al poblado, al lado del precipicio que da al río y que da la impresión de que como el camello dé un traspies vas a salir rodando.

            En el camino se me unió un niño (otro más que se llamaba Mustafá) que me dice. “Tú sólo Mustafá”. Le dije que OK, siguiendo el consejo de los que ya habéis viajado y no se despegó de mi lado y cuando se acercaban otro niños, me miraba y repetía “Tú solo Mustafá”.

            Cuando llegamos al pueblo ya estaba esperando el grupo de la lancha para entrar en la casa típica para recibir a los turistas, donde hicimos fotos, cogimos el cocodrilo, una chiquilla preciosa nos hizo los tatuajes y nos ofrecieron bebida y algo de comida típica de los nubios.

            Al salir, allí estaba Mustafá esperando. Me ofrecía 2 muñecas por 2 euros y a una de mi grupo le acababa de vender dos muñecas por un euro, a mi me cobraba dos en premio a mi fidelidad, seguro ¿???. En fín que se las compré, le regalé una gorra, pero él quería mi bolso. Le dije que nó, que dónde iba a guardar mis cosas y me da una bolsa de plástico de las de supermercado que se saca del bolsillo. Le dije que no, que el bolso nó y se enfadó, le ofrecí una bolsa de caramelos y tampoco la quiso pues dijo que le dolian las muelas. En fín que el chiquillo estaba muy “sobrao”. Total que me salió un poco rana mi príncipe Mustafá.

            Después de cenar tuvimos un espectáculo de bailes nubios en el barco. Estuvo muy bien, nos sacaban a bailar y fue muy agradable.

            Por la noche, en el camarote,nos habían hecho con toallas un niño tocando una flauta que había comprado en Philae. Son la pera estos chicos del barco.

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            • #7
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              26 de agosto de 2005

              Hoy dejamos el barco, después de despedirnos de Mahmoud y algunos camareros, como Samuel, que fueron encantadores durante todo el viaje en el barco.

              No tenemos que madrugar tanto y a las 11 h. estamos en el convoy que nos lleva a Abu Simbel. Todo el camino por el desierto con tormenta de arena. Vamos en el microbús los 8 del grupo, el conductor y el guía Issam. EL equipaje arriba, se oye el sonido de la arena chocar contra las maletas, así es que imagina como llegaron a Abu Simbel.

              Llegamos al Hotel Seti, un oasis en medio de la nada y al lado del lago Naser. Es un hotel con mucha vegetación, largos paseos, con un edificios centrales de recepción, restaurantes, etc y detrás bungalows de piedra, como casitas de muñecas con una terraza con vistas al lago. Tiene dos piscinas inmensas, donde pasamos esa tarde metidos en el agua pues fuera no se aguantaba debido al viento tan fuerte que abrasaba la piel.

              Al atardecer fuimos a ver el espectáculo de luz y sonido de los templos, que es una pasada, un auténtico espectáculo que nadie se debería perder. Cuando llegamos pudimos ver los templos sin que hubiera oscurecido del todo y que impresionantes son.

              Después de cenar nos quedamos en la terraza de las piscinas y allí probé por primera vez una Shisa y nos fuimos a dormir pues teniamos que madrugar para llegar a los templos antes de que saliera el sol.


              27 de agosto de 2005 *

              Madrugamos mucho pues Issam quiere que lleguemos los primeros para ver amanecer y ver los templos antes de que lleguen los autobuses del convoy que viene y vuelve en el día desde Aswan. Y llegamos y no ha salido el sol. Los templos de Ramses y Nefertari tienen un color grisáceo. Aquello está desierto, salvo algún policía y algún vigilante que se está recomponiendo el turbante.

              Cuando empiezan a aparecer los primeros rayos del sol sobre el lago, comienza la magia. Es el amanecer más bonito que he visto nunca. El color de los templos empieza a cambiar a dorado y el cielo a azul intenso. Cuando ya ha ocurrido el milagro y el sol ya está por encima del horizonte es cuando comienza a llegar una riada de personas procedentes del convoy. Los bueno de pasar noche en Abu Simbel es no perderte la maravilla del amanecer y disfrutar varios minutos de los templos en solitario. El interior del templo de Nefertari es pequeño y no tiene mucho que ver pero el de su Ramses es precioso.

              Recogemos el equipaje en el hotel y nos unimos al convoy que vuelve para Aswan. En el camino echamos un sueñecito.

              En Aswan nos alojamos en el hotel Movenpick Elefantina, situado en medio del río, en la isla de su mismo nombre. El Hotel tiene un ferry para cruzar el río y tiene una terraza en el último piso con unas vistas de la cuidad, el río y el desierto impresionantes.

              Nos dicen que la piscina está en obras y nos ofrecen pasar la tarde en la piscina del famoso Hotel Old Catarat y nosotros encantados de la vida. Después de comer nos llevan en faluca a este hotelazo, que es una maravilla, conserva ese sabor antiguo y unas instalaciones de super lujo y allí pasamos la tarde como unos faraones. El regreso también en faluca es una gozada pues solo habíamos subido a lanchas con ruidosos motores y la faluca se desliza sobre el río en un silencio y con una suavidad que hace que disfrutes mucho más del paseo.

              Nuestra intención era por la noche cruzar en el Ferry para ver el mercado de Aswan pero no encontramos a nadie en el Ferry y daba un poco de yu yu esperar con aquello tan solitario que desistimos y fuimos a descansar.

              28 de agosto de 2005

              Madrugamos para unirnos al convoy que nos lleva a Luxor , aquí notamos más policía que en los anteriores, incluso se monta en nuestro microbús un policía secreta. Nos informa el guía de que nos acompaña la policía de Aswan hasta un punto del viaje y allí nos dejan y nos recoge la policía de Luxor.

              El viaje de lo más interesante, pequeños pueblos llenos de gente, mucha vida en la calle y, aunque de pasada, se puede apreciar la forma de vida de los egipcios en estos pueblos que están un poco abandonados a la mano de Dios.

              A la mitad del camino hacemos una parada en un chiringuito en medio de la nada, copado por la policía y los vendedores al asalto cuando bajamos del bus. Estamos cansados y no queremos comprar y nos dicen piropos del estilo de “España tacana”.

              Después de 3 horas de viaje llegamos a Aswan y nos alojamos en el hotel Sonesta St. George, un hotel estupendo, con unas piscinas preciosas junto al río. EL mejor hotel de todo el viaje. Comemos en el hotel y salimos hacia Dendera en otro convoy, aquí también muchas medidas de seguridad.

              Durante el trayecto, tanto a la ida como a la vuelta, en cada cruce de carretera retenían a todos los vehículos y personas hasta que pasaba el convoy, aquí iba yo un poco temerosa sobre todo de ver tanta policía. Nos comenta Issan que en el año 1994 en el paso de ferrocarril cerca de Qena ametrallaron un autobús en el que iban turistas españoles y a él le tocaba hacer ese trayecto pero por problemas de última hora le sustituyeron por una guía, que resultó herida y no ha podido caminar desde entonces y también hubo algún muerto. Esto ya fue lo que me faltó para que mi intranquilidad aumentara, pero afortunadamente llegamos a Dendera sanos y salvos.

              También nos comentó que en esta zona es dónde suelen captar a terroristas suicidas pues es una zona muy pobre, con un 95 % de paro y les ofrecen una buena cantidad de dinero a ellos y a sus familias.

              Qena es una ciudad muy limpia comparada con otras del país.

              El templo de Dendera es el único al que se puede subir al piso de arriba. Está muy bien conservado y allí podemos ver el calendario solar y el horóscopo.

              En el piso de abajo, bajando por unas escaleritas y atravesando un agujero de medio metro de alto que parece que te vas a quedar atascado, se accede a la cripta , que merece la pena ver por los grabados tan bien conservados que hay allí.

              En el exterior se encuentra la piscina de Cleopatra, otro nilómetro, en fín muy interesante y bonito.

              Ya por la tarde, en Luxor, nos animamos a coger un taxi para ir al mercado. Hay muy pocos turistas y todos quieren que entres a sus tiendas. Compramos unos papiros y unas figuras de granito. Al regresar paramos a otro taxi y cuando ya estábamos dentro se acerca otro taxista diciendo que él nos había traído y que el nos llevaba. No sabíamos que hacer y yo no me acordaba del físico del taxista que nos habia llevado. Total que para no hacer el feo, salimos del taxi y acompañamos al otro y al llegar veo que no era el mismo taxi, este era enorme, de 7 u 8 plazas y le digo que de eso nada, que el no nos habia llevado. Nos damos la vuelta y volvemos a subir al primero y se preparó un follón que pensé que se pegaban entre ellos. Menos mal que se puso en marcha y salimos zumbando de allí.

              Después de la cena nos quedamos un rato en la terraza de la piscina, que es un lujazo, al borde del Nilo.


              29 de agosto de 2005

              Esta mañana visitamos los templos de Karnak y Luxor. Es verdad que en Luxor hay el museo al aire libre mayor del mundo. Karnak es grandioso con esa Sala de Columnas tan impresionante ¿Porqué construian todo tan enorme? Por muchas fotos y que se vean, hasta que no estás allí no aprecias las dimensiones de todo lo que se vé allí.

              Al volver al hotel, nos dieron un pic-nic pues salíamos hacia el aeropuerto, hacia El Cairo.

              Este vuelo es el peor que he hecho en mi vida, ya sobrevolando El Cairo me encomendé a Dios y a todos los Santos pues creía que no llegabamos a tierra. El avión subía, baja, giraba… . Alguno tuvo que sacar la bolsita…… y yo veia a los demás pálidos y muertos de miedo. Total que ni pude ver las pirámides desde el aire y después de veinte interminables minutos tocamos tierra sin ninguna explicación por parte de la tripulación, claro que tampoco la pedimos pues estábamos deseando salir de allí.

              El aeropuerto un caos, bueno todo en El Cairo es un caos. Cuando ibamos en el bus y veo las primeras calles y edificaciones. Avenidas anchas y edificios altos y cuidados pensé que exageraban al hablar de El Cairo pero luego vi que era el barrio de Heliopolis (el tuyo, Gaby), pero enseguida llegamos al Cairo caótico, riadas de gente y de coches y pitidos de claxón.

              Al cruzar el puente hacia Zamalek se tranquilizó la cosa y llegamos a El Marriot, muy bonito por fuera y el vestíbulo y aledaños, todo precioso y con una decoración un poco ostentosa. Mucha túnica blanca como la nieve con sus ordenadores portátiles, pues habia una convención de kuwaitíes. Estabamos como locos pues nos había tocado un hotelazo.

              Nos dan las llaves de las habitaciones. La nuestra era de lo peor, paredes sucias, vistas al parking y a un trocito de río y el baño deprimente, viejo y con la tapa del wc amarillenta. Fuimos al representante de la Agencia y nos cambiaron sin problema a otra mejor, con una cama inmensa, unas vistas al río preciosas, el baño igual de cutre que el de la anterior. Cuando vimos las que le habían tocado a los otros, nos damos cuenta de que todos los baños están igual y las habitaciones parecidas. La verdad es que después de ver las instalaciones centrales del hotel, te llevas una decepción cuando entras en las habitaciones. Claro, nos enteramos que había planta ejecutiva, pero esa era para los de los turbantes blancos, para nosotros los de las agencias, NO.

              Nuestro grupo se quejó al representante de la agencia pues no consideraban que esas habitaciones se correspondieran con la categoría que habiamos pagado y pedian cambio de hotel y él dijo que eso no era posible, pero..al rato dice que si, que es posible que nos cambie a uno de la zona de Pirámides, de la misma categoría pero pagando 65 euros por persona. La gente se cogió un rebote de miedo, yo apoyé al grupo en todo momento pero no quise entrar en polémica, ni cabrearme, ni perder la paciencia, pues tenía muy claro que nadie ni nada me iba a fastidiar este viaje que estaba haciendo con tanta ilusión y que si tenía que reclamar algo, ya lo haría a la vuelta. Total, que al fín y al cabo, la habitación era espaciosa y confortable aunque no tuviera lujos y allí sólo ibamos a estar por la noche para dormir.

              Así es que fuimos a cenar a uno de los restaurantes del hotel (todos eran muy buenos y muy elegantes) y nos fuimos a descansar pues el día había sido cansado y había que madrugar para ver a mis queridas Pirámides.

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              • #8
                Sigue

                1º DÏA CAIRO.

                Después de un vuelo un poco accidentado, pues dimos más vueltas que una peonza antes de tomar tierra, llegamos a El Cairo. Aparte del caos del aeropuerto dónde tuvimos que seguir al carro de las maletas hasta el autobús, dándonos pena del hombre que tiraba de él, pues era un carro con un montón de maletas y el pobre hombre me recordaba a esos concursos dónde un tío forzudo mueve un camión sólo con una oreja, por ejemplo.

                La primera impresión de la ciudad fue buenísima pues el primer sitio por el que pasó el bus fue Heliopolis, un buen barrio con grandes avenidas y buenos edificios.

                Más tarde vimos el Cairo (de verdad), bullicioso, un mar de coches, de gente, mucho ruido, ya sabeis.

                La zona de nuestro hotel (El Marriot) es una isla en medio del Nilo y se considera un barrio de moda (Zamalek). El hotel aparentemente muy bueno y muy bonito en lo que se refiere a la recepción y servicios comunes. Tiene 7 restaurantes, una buena piscina, muchas terrazas. Nos causó muy buena impresión hasta que vimos la habitación, que era bastante deprimente. Reclamamos por supuesto y nos dieron otra, un poco mejor sólo y con una vistas al Nilo alucinantes, pero ahí nos quedamos aunque los baños dejaban mucho que desear. El resto de mi grupo reclamó al representante de Iberojet para que nos cambiaran de hotel pero no hubo manera pues era de cinco estrellas que era lo que llevabamos en nuestro programa y la categoría allí no tiene nada que ver con la correspondiente de aquí.

                Nosotros no quisimos más polémicas ni teniamos ganas de discutir pero tengo que reconocer que en este caso Iberojet se portó fatál y el representante era un impresentable.

                En fín que esa noche nos dedicamos a inspeccionar el Hotel, a cenar, a tomar un refresco en una terraza y a descansar.

                2º DIA CAIRO

                Me levanté muy emocionada pues por fin iba a ver a mis queridas Pirámides. Salimos en bus y por una avenida muy grande, detrás de unas palmeras ví las dos grandes. Fue como una visión, eran enormes y no podía con la emoción.

                Llegamos a la explanada e hicimos una parada en la de Keops, que enorme y que impresionante es. No pudimos entrar pues ya se habían agotado las entradas que como sabeís son limitadas.

                Luego fuimos a un alto desde dónde se contemplaban las tres. Allí hay un mercadillo y camellos por si quieres dar una vuelta por los alrededores. Estuvimos un ratito contemplandolas y haciendo fotos y a continuación fuimos a la de Kefren. En esta si entramos. Hubo gente que no se atrevio. La verdad es que es un poco agobiante, pues casi todo el recorrido lo tienes que hacer en cuclillas, y hay un calor sofocante. Al final te encuentras la cámara mortuoria con el sarcófago vacío solamente, pero la sensación de estar dentro es única.

                Desde allí nos dirigimos a la Esfinge, que está muy deteriorada pero es maravillosa y enorme. Estuvimos en las ruinas que hay al lado y allí el guía nos dio las correspondientes explicaciones y nos dijo que veinte minutos para contemplarla y nos esperaba en el bus.

                Me pareció muy poco tiempo pero no me molestó pues estos viajes dónde quieres verlo todo son así. Lo que me molestó muchísimo fue que, subimos en el bus y el lugar de llevarnos a comer, nos llevó a una tienda de papiros y allí no puso límite de tiempo. No compramos nada y nos tocó esperar unos quince minutos en el bus a que llegara el susodicho con una pareja que había comprado un papiro. Me pareció una falta de respeto total por parte del guía (estas cosas son las únicas que ponen un poco de sombra en tan espléndido viaje).

                Después de comer fuimos a Menphis, aparte de la estatua gigantesca de Ramses II, nada especial que ver.

                A continuación a Saqara, abrasaba el sol pero mereció la pena. Visitamos el complejo funerario de Zoser con su pirámide escalonada. Apenas había gente y estuvimos allí hasta que cerraron, creo que sobre las cuatro y media.

                Volvimos muy cansados al hotel y después de una buena ducha fuimos a cenar y a tomar un refresco en una de las terrazas donde había música en vivo y espectáculo de danza del vientre. Me llamaron la atención las mujeres, con sus velos negros tan austeros pero allí los tenían retirados de la cara y descubrías lo maquilladas que van, las joyas que llevan y sus bolsos y gafas de buenísimas marcas y casi todas fumando shisa. También había alguna joven, las menos, que iban a la europea, con tirantes y fumando tabaco normal. En esa terraza, otra pareja y nosotros eramos los únicos europeos y la verdad es que los camareros nos trataron con mucha amabilidad.

                Al entrar en el hotel camino a la habitación, escuchamos música muy alegre y subimos a curiosear. Era una boda muy elegante pero muy ostentosa en los vestidos de la novia e invitadas, mucho brillo y mucho plateado, pero tambien fueron muy amables y nos invitaron a quedarnos a mirar mientras salían los novios del salón. Nunca había visto algo así y me encantó.

                3º DIA CAIRO

                A primera hora fuimos al Museo (esta visita y las anteriores entraban en el programa). La verdad es que lo tienen bastante desordenado pero es increíble los tesoros que tienen allí. Lo más impresionante, el tesoro de Tutankamon, las joyas, el museo de las momias. Bueno, todo, todo, todo merece la pena. En la entrada mucha vigilancia, a mi marido incluso le cachearon, jeje.

                Luego fuimos a comer y después de comer había excursión optativa programada al Kalili y Ciudadela. Nosotros nos fuimos por libre.

                La agencia nos pago el taxi de ida al mercado y nos tocó el taxista más loco de El Cairo, debía de creerse un Fernando Alonso, que miedo tanto derrape, pero llegamos sin novedad.

                El Kalili es otro mundo. Un hervidero de tiendas, de gente, todos quieren que les compres. Un niño nos llevó a la famosa tienda de Jordi que, lo primero que hace cuando llegas es invitarte a un refresco. Tiene los precios bastante ajustados pero no tiene demasiado para elegir. Le compramos frascos de perfume y algunas cosas de plata.

                En otras tiendas compramos las shishas, papiros y algunas chucherias mas.

                Al rato de llegar al mercado, nos encontramos con los de la excursión programada que les habian llevado a la Ciudadela media hora y les daban una hora para estar en el marcado. Una pareja se quedó para volver con nosotros en taxi pues en una hora no te da tiempo absolutamente a nada. Estuvimos esa tarde mas de cuatro horas y se nos pasaron volando. Vamos que hubieramos necesitado otras cuatro mas.

                Antes de ir al hotel fuimos a tomar un té al Fisawi, que tiene un ambientazo increíble y el te estaba buenísimo.

                Volvimos en taxi al hotel sin ningun problema y cenamos allí, ya sabeis que ibamos con pension completa y podiamos elegir cualquiera de los restaurantes del hotel para cenar.

                Después de cenar volvimos a la terraza del dia anterior.

                4º DIA CAIRO

                Esta mañana por nuestra cuenta nos vamos a La Ciudadela y al Barrio Copto. Le pido a la recepcionista que nos escriba los nombres en árabe por si el taxista no entiende y sin problema vamos a La ciudadela (la visita que había durado media hora el día anterior a los que ha hicieron programada, a nosotros nos llevo casi toda la mañana). Visitamos por supuesto la Mezquita de Alabastro, disfrutandola con tranquilidad; la otra mezquita más pequeña que hay enfrente, que es muy bonita, el Museo Militar, la casa de huerpedes; disfrutamos de las vistas de la ciudad y escuchamos en toque de oración, impresionante, todas las mezquitas tocando a la vez.

                Después cogimos otro taxi para ir al barrio copto, donde visitamos la Iglesia de San Jorge y otras dos más y paseamos por sus pequeñas callejuelas, total que nos dieron las dos y media de la tarde y en otro taxi nos fuimos a comer.

                Después de descansar un rato, otro taxí más y nos dimos una vuelta por el corniche, por la zona del Four Seassons y entramos al Grand Hyatt a tomar un refresco en la planta 20, donde tienen el restaurante giratorio pero, desilusion, pues a esa cafetería no se podía entrar con pantalones cortos y nos tuvimos que conformar con otra unos pisos más abajo y con vistas tambien espectaculares.

                5º DIA CAIRO

                Hoy es el día de nuestra vuelta a España pero el avión no sale hasta las 12 de la noche. Así es que hay que planificar el día. Por la mañana disfrutamos un rato de la piscina y después nos arreglamos un poco para ir a comer fuera del hotel. Nos vamos con otra pareja al Fish Market (restaurante flotante), comimos de maravilla y con unas vistas aun mejores que la comida y después del café y como ya ibamos con pantalón largo, nos fuimos otra vez al Gran Hyatt y hoy si conseguimos tomar el refresco en el piso 20, con El Cairo y nuestros pies y las Pirámides muy al fondo.

                A media tarde regresamos al hotel pues a las 8 habia que salir hacia el aeropuerto. El vuelo se retraso y salimos a la una de la madrugada. Apenas me enteré del viaje pues era mucho el cansancio acumulado.

                Hace ya tres meses que volví y siento la misma nostalgia y las ganas de volver.

                COSAS QUE NO HICE Y QUE TENGO APUNTADAS PARA EL PRÓXIMO VIAJE:

                - Tomar un refresco en la terraza del Hotel MENA House, a poder ser de noche para ver las Pirámides iluminadas:
                - Hacer excursión a Dashur.
                - Pasar una mañana entera en Kan el Kalili
                - Ver el espectáculo de Luz y Sonido de Las Pirámides
                - Pasar una mañana entera, sin prisas en Las Pirámides

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