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¿Regateo?

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  • ¿Regateo?

    Hola lo del regateo ya se que es un arte y depende de muchas cosas, pero abro un post porque en el tema de papiros he visto que recomiendan no pagar mas del 10% de lo que piden.

    ¿Que opinias?, ¿en todo es igual?, ¿podeis poner ejemplos propios de cuanto os pedian y cuanto pagasteis?.

    Gracias.

  • #2
    Fliskis,
    Aqui te dejo un "mode de empleo" que no me ha ido del todo mal...Jajajaj

    así que...SUERTE!!!!


    El regateo es algo complicado. Tepongo lo que leí en alguna parte y que me fué muy bién.
    1-NO MUESTRES NUNCA INTERES POR ALGO.Es mejor fijarte en alguna cosa que no te interesa y luego, como quIén dice que no llegas a un acuerdo con el precio le preguntas el precio de lo que, desde el principio has querido.
    2-El vendedor (V) te dirá que le pongas precio al objeto.NO LO HAGAS e´l tiene que empezar!!!
    3-Cuando te haya dado un precio, dice toda ofuscada que ni hablar, no puede ser.... y le ofrece el 30% del precio (o sea si te ha dicho 100, tu le propones 30!!!)
    4-Ahora, será el quien se vaya ha ofuscar.....

    Y segueís asi hasta llegar a un acuerdo. Ten en cuanta que es siempre entre el 40-60 % del precio de partida.
    __________________



    BESOTES

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    • #3
      ¿Los vendedores tienen algo de idea de Español o de ingles?.

      Me figuro que tal vez de Ingles.

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      • #4
        Jajaja.. creo que con tal de vender, saben todos los idiomas del mundo!!!Jajajaj...

        Besotes

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        • #5
          Hace tiempo leí un manual del regateo que la verdad me pareció muy gracioso y a la vez útil. Está basado en Túnez pero sirve perfectamente para Egipto así que os lo copio aquí por si os puede resultar interesante




          El apasionante arte del regateo:

          Definiremos regateo como el arte de conseguir el precio que consideremos justo para un producto que estamos dispuestos a comprar. La disposición de compra es un requisito conveniente, ya que el regateo sin compra es como las apuestas sin recompensa, los chistes a medias, los garajes sin columnas, la paella sin arroz, la cafetería de ambientales sin Paula,...

          Para triunfar en el regateo deberemos tener en cuenta que el tiempo de la persona que se tiene enfrente es muy valioso, ya que cientos de imprudentes turistas están deseando ser estafados y no puede permitirse el lujo de perderlo con un niñato que no pretende más que echarse unas risas con los colegas. Siempre tendremos presente esta consideración si no pretendemos mosquear a la persona contra la que estemos regateando. Si, si, contra, ¿qué pasa? No se regatea con alguien, se regatea contra alguien. El regateo es una lucha feroz por conseguir el máximo beneficio. Debe ser una lucha honesta como el más noble de los duelos medievales, pero una vez tirado el guante se debe seguir hasta el final con todas sus consecuencias, mal que nos pese en la maleta a la vuelta de nuestro viaje.




          Nociones básicas del regateo:

          Hecha esta sucinta presentación del arte que estamos analizando, pasamos a aclarar algunos de los conceptos que nos será útil recordar si queremos adentrarnos en el apasionante mundo del regateo.

          En primer lugar, habremos de recordar que es lo que se entiende por mercado. El concepto económico de mercado es muy similar a lo que se conoce como zoco. La diferencia principal es que el primero es la representación, imaginaria e ideal de algo que rara vez se presenta en la realidad y lo segundo es el lugar donde nuestro bolsillo, cartera o monedero sufrirá las imperfecciones de la aplicación práctica del término teórico.

          En el regateo tendremos muy en cuenta las relaciones que se establecen en el mercado, cómo los ajustes de la oferta y la demanda fijan el precio y cual es la elasticidad de este último en función de las características que rodean a los actores implicados en el proceso de compra-venta.

          Otro concepto a tener en consideración es el coste de oportunidad. Valorar correctamente esta partida económica será clave a la hora de comprar lo que realmente deseamos en unas condiciones óptimas. Para ello es interesante tener en cuenta consideraciones tales como la disponibilidad y variedad de productos, la cantidad de capital disponible y la capacidad del bien adquirido para satisfacer tanto nuestras necesidades como expectativas tanto a corto como a largo plato.




          Agentes implicados en el regateo:

          En el caso general, siempre aparecerán el comprador, el vendedor y el producto como sujeto pasivo que recibe la acción. Son las figuras básicas que intervienen en todo acto de regateo. Además es básica la presencia de algo de dinero o/y objetos susceptibles de ser intercambiados por el producto en cuestión.

          (Nota: hablando con propiedad se regatea el precio, no el producto. El autor se toma esta licencia literaria para enfatizar sobre la parte poética que pudiera tener del proceso material de adquirir un determinado bien de consumo al precio más reducido que sea posible).

          En el supuesto tunecino que nos ocupa, el vendedor será un moro con ánimo de lucro, siendo el comprador un despistado estudiante español en viaje de fin de carrera y el producto regateable cualquier bien superfluo del que se encapriche el comprador.

          Tipos de vendedores: en Túnez encontraremos n+1 tipos de vendedores dispuestos a timarnos. Sin ánimo de ser exhaustivos, podríamos proponer esta clasificación a modo de primera aproximación.


          Moro estándar: "solo mira, no compra solo mira", "María, Manolo, más barato que a Pryca", "Mas guapa que pantoja",... son sus gritos de guerra. Intentará sacarse unos dinares a nuestra costa sin más.


          Moro te hago el lío: un moro con un procedimiento similar al anterior pero que intentará estrujarnos la cartera. Generalmente habla de las excelencias de sus productos y empleará trucos tan burdos como decir que esa caja es de madera de olivo, mientras vemos que es de tablas de contrachapado; que su darbuka es de piel de no se que pescado, pero tiene unos pelacos que flipas; y un sin fin de otras historietas para no dormir que no desvelaremos por no echar a perder el encanto que tiene descubrirlas. Este moro, cuando topa con un cliente avispado, suele cagarla, ya que este último acabará sacando provecho de la situación.


          Moro cabrón: dícese de aquel que te mete en su tienda estrecha y te coacciona para que compres. Hay muchas variantes, pero lo mejor es salir de la tienda mandándole a tomar por culo. Pueden hacernos pasar un mal rato, ya que utilizan la estrategia del enfado para mostrar su indignación ante tu actitud de turista adinerado que va a hacerles perder el tiempo. Los dos tipos más comunes son el que nos pone los dientes largos con eso que vende que mola tanto y nos hecha de su tienda indignado y el modelo b, el cabrón por excelencia que no nos deja salir de su tienda porque, según él no ha hecho un precio mega ganga y no estamos dispuestos a comprar. En cualquier caso lo mejor es pasar de ellos, aunque con el modelo a igual si podemos llegar a algún buen trato.


          Morobuenapersona: es un moro majete que nos anima a ver sus productos y con el que regateamos tranquila y sosegadamente, admite nuestros argumentos y está dispuesto a llegar hasta el final. Con él conseguiremos buenos precios y un buen trato, si alguna vez localizamos uno de estos no dudaremos en volver. Gratas sorpresas como "amigo, ¿por qué no trajiste a tu amiga a comprar en mi tienda?" cuando pasemos por su puesto, de vuelta a casa y con el resto del grupo cargado de cambalaches.




          Tipos de compradores: seleccionaremos tres de entre la gran diversidad de casos posibles.


          El avispado: es el comprador que analiza fríamente al vendedor, el producto a comprar y la situación. Una vez tenidos en cuenta todos los factores interactuantes en el sistema toma una decisión y consigue un precio cercano al óptimo.


          El quieroeso: está perdido, en cuanto alguien se encapricha de algo, el moro lo nota y le hace el lío. Este tipo de comprador es el que saca pero partido del regateo ya que casi siempre es estafado debido a sus ansias por adquirir un determinado producto.


          El poli bueno y el poli malo: es el mejor juego. Consiste en reunirse dos personas para ir a regatear un producto. Uno se mostrará muy interesado por algo y el otro será muy duro en cuanto el precio. El truco se basa en que el moro está seguro de que va a vender, con lo que irá bajando el precio poco a poco.




          Aparte de estas figuras básicas, aparecerán con gran frecuencia:


          El/los (siempre en masculino) coleguillas del vendedor moro. Suelen aparecer en número variable y su función es confundir lo más posible al comprador. Curiosamente suelen tener su puestecillo al lado del cual se efectúa el regateo y una vez terminada la compra nos convencerán de que realmente nos han estafado, lo cual no quita para que cuando pasen a ser vendedores nos estafen más que el anterior.


          El/la/los/las coleguillas del comprador, recomendable sean cuanto más numerosos mejor para intentar llevar a cabo la estrategia de confundir al vendedor. Suele dar resultado cuando saben guardar las formas, pero pueden ser un inconveniente cuando muestran un gran interés sobre el objeto que el comprador intenta adquirir.




          El arduo proceso del regateo:


          Fase previa, enterarnos del precio justo: es vital para llevar a buen puerto nuestro objetivo de adquirir algo a un precio medianamente derente saber de antemano cuanto cuesta. Para ello se puede recurrir al guía turístico de turno, suponiendo que este sea honrado. También se debe tener en cuenta el precio de compra que han conseguido otros turistas, preferiblemente de cultura mediterránea. Pueden tomarse como referencia los precios conseguidos por conocidos que anteriormente han visitado Túnez y de los que se estima son personas avezadas en el arte del regateo.


          Precalentamiento: en esta fase probaremos nuestras dotes de regateador. Para ello haremos un amago de compra de cualquier objeto cuyo precio, más o menos, conocemos previamente. El objetivo es tomar contacto con la situación, tanteando nuestras fuerzas y probando nuestra desenvoltura con un moro tunecino capaz de venderte a tu madre como ganga especial de la semana. Esta operación se llevará a cabo en un tenderete al que no volveremos nunca más ya que el tocamiento de pelotas al que se puede ver sometido el vendedor el predispondrá negativamente hacia nosotros. Repetiremos el proceso unas cuantas veces si es necesario.


          Primera fase, observación: nos daremos una vuelta por todos los puestos viendo en cuales se vende el producto objeto de nuestra compra, seleccionando aquellos en los que tenga mejor pinta, a ser posible próximos entre sí.


          Calentamiento: una vez seleccionado el objeto a comprar charlaremos amistosamente con el vendedor sobre cualquier otro producto de su tienda. Una vez que se detecte cierto interés por parte del vendedor en cuestión sobre nuestra cartera y nos sintamos con los ánimos y confianza necesarios, preguntaremos a cerca del producto que queremos adquirir.


          Regateo puro y duro: llegados a este punto no nos queda más que apretarnos los machos y encomendarnos al poderoso caballero don dinero. Nuestro éxito dependerá de nuestro saber estar, nuestra labia y de seguir, en la medida posible, los consejos expuestos en este manual.


          Resolución: una vez cerrado el trato pagaremos religiosamente el precio acordado y disfrutaremos orgullosamente del objeto adquirido. Si deseamos adquirir otro producto, creemos que hemos llegado a un buen acuerdo con este primero y el vendedor merece algo de nuestra confianza (que por supuesto, nunca será plena), pasaremos a la segunda fase del punto cuatro para la nueva compra. En caso contrario nos alejaremos del establecimiento lo más rápido que nos sea posible.


          Fase final: desestimando los comentarios sobre menor precio de sus productos provenientes de los vendedores cercanos al punto de compra nos iremos por donde hemos venido. En el caso de que alguno de nuestros/as coleguillas desease adquirir el mismo producto y no se cumpliese la condición del segundo apartado del punto sexto, mostraremos interés por los comentarios anteriormente desestimados y comenzaremos el regateo teniendo como precio de partida el del producto adquirido.

          Lo mejor para comprender esta exposición es llevarla a la práctica.





          Claves y trucos:


          Nunca entres a una tienda de la que no puedas salir corriendo en caso de emergencia. Una estrategia común entre los moros es arrinconarte al final de una tienda tipo pasillo y presionarte para comprar. La situación puede llegar a ser bastante violenta e incómoda, así que lo mejor es que evites este tipo de tiendas, todo lo que puedas comprar en ellas lo puedes comprar en cualquier otra.


          No te apresures a comprar. Casi todo lo que veas en la primera parada del viaje lo volverás a ver durante el trayecto, es mejor que dediques los primeros días a observar. Este consejo no es válido para los turbantes ni para los pañuelos palestinos de cierta calidad, que son más fáciles de encontrar en zonas de interior. Lo que está claro es que cuanto antes de hagas con una darbuka y una cachimba, antes empezarás a montarla en los hoteles y las juergas serán mas cachondas.


          La vida media de una darbuka es, una vez superado el periodo letal 50 del viaje, de mas menos un par de fiestas botellón. Tenlo en cuenta en tus compras.


          La cachimba. Uno de los productos estrella. Si realmente la quieres para darle un uso continuado, evita el modelo turista estándar, puede darte problemillas. Comprueba siempre los tubos, soldaduras y demás, cualquier pequeño poro o agujero que evite la hermeticidad del sistema le resta prestaciones (vamos que luego no tira). Mucho cuidado con el transporte de la cachimba, si se doblan mínimamente los tubos metálicos se pierde gran hermeticidad del sistema. Se recomienda comprar una con pinzas y demás accesorios, que tampoco son imprescindibles y pueden ser un punto en el que apoyarse para regatear el precio.


          Mas sobre cachimbas: con lo que mejor tiran es con una buena ascua de encina en todo lo alto, pero a falta de eso el carbón en pastillas auto ignífugo es la mejor solución. Este tipo de carbón no es demasiado barato, pero se prende con un mechero y permite liar la cachimba en cualquier sitio sin la necesidad de causar un incendio forestal (aunque tampoco está exento de riesgo).


          Cuando compres algo fíjate bien en todos los detalles, cualquier fallo en el remate de un artículo lo devalúa considerablemente, esto puede ayudarte a sacar muy buen precio por cosas típicas como ese regalo para la novia pesada de algún colega con la que puedes quedar de puta madre por un par de dinares.


          En la medida de lo posible recurre al trueque, juegas con ventaja.


          Si cierras un trato con el que no estás muy contento intenta añadir algo. Ej: si compras una alfombra y el moro se frota las manos y sonríe de forma malévola, dile que te incluya alguna pijotada de escaso valor (un pañuelo, un camello de peluche) de esta forma la estafa se consumará igualmente, pero tu te irás más tranquilo.


          Aprovecha las economías de escala. El día que compres tabaco para la cachimba, juntaté con el mayor número posible de gente que tenga pensado hacer lo mismo, de esta forma el moro al que le dejéis sin mercancía se pondrá tan contento y os hará un precio mejor.

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          • #6
            No me ha gustado!

            Lo siento, Asgard, pero el escrito que citas NO ME HA GUSTADO NADA!

            En primer lugar encuentro de mal gusto que en un escrito sobre un país musulman, por mucho que sea medio en broma, se cite constantemente la palabra MORO. Esa palabra es peyorativa, considerada ofensiva e insultante por la mayoria de habitantes de esos paises, por lo tanto creo que se deberia evitar siempre (a menos que se quiera insultar, claro!)

            En segundo lugar por mi experiencia en Egipto (no he estado nunca Túnez) la mayoria de arquetipos y situaciones tópicas que se describen no son aplicables.

            En Egipto hay muy pocos vendedores que lleguen a usar estrategias "agresivas" como acorralar, presionar, ofenderse... (yo por lo menos no he visto ninguno en mis dos viajes!)

            En tercer lugar el texto tiene un aire altamente "xenofovo": los venderores estan todos descritos negativamente (a parte de llamarles siempre "moros", intentan engañar, amenazan, acorralan, nunca puedes llegar a "fiarte plenamente" de ellos,...)
            Muntanyenc
            Senior Member
            Last edited by Muntanyenc; 09-02-2006, 04:58 PM.

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            • #7
              Originalmente Escrito por Muntanyenc
              En Egipto hay muy pocos vendedores que lleguen a usar estrategias "agresivas" como acorralar, presionar, ofenderse... (yo por lo menos no he visto ninguno en mis dos viajes!)
              Hola, sin entrar a valorar lo del término moro que estoy de acuerdo en que es poco afortunado pero que recuerdo NO ha sido escrito por Asgard, sólo en ese texto que cita, tengo que decir que esto que has dicho yo sí que lo he visto. Entre las estrategias "agresivas" (aclaro que no violentas, pero sí intimidatorias) añadiría el ponerte un pañuelo por encima mientras vas caminando y no querer cogerlo a menos que entres en su tienda (me ponía nerviosísima eso ¿qué se supone que tengo que hacer? ¿tirarlo al suelo? ¿llevármelo? ) o insultarte continuamente si no entras en las tiendas (catalana tacaña fue el más leve y repetido hasta la saciedad). En Assuán mientras comprábamos las chilabas sí que entraron varios vendedores a la tienda y se dispusieron estratégicamente en la puerta y no nos dejaban marchar

              Supongo que de nuevo, y en este caso más que de puntos de vista, se trata de que cada uno tiene una experiencia diferente en Egipto. Igual me columpio con lo que voy a decir, pero me parece que el hecho de que en esas situaciones me encontrara sola o acompañada por chicas pudo tener algo que ver. Jamás vi tácticas agresivas con los chicos del grupo. Creo que los vendedores son muy inteligentes y saben por dónde entrar a cada uno y como actuar para sacar el mayor beneficio. Con el tiempo te das cuenta de que el regateo es un juego y al final hasta te lo pasas bien, pero al principio yo flipaba con cómo se ponían los vendedores con nosotras. Un saludo discrepante

              P.D. Por si acaso, aclaro que estoy contestando a tu frase y no al texto que se ha citado porque no me lo he leído entero.
              Tamit
              Senior Member
              Last edited by Tamit; 09-02-2006, 05:23 PM.
              No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo (Groucho Marx)

              ¡Quiero editar mis mensajes!
              En especial la Guía para principiantes en el foro:

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              • #8
                Antes que nada aclarar que entiendo que el escrito está solo "citado" por Asgard y que, además, es evidente que es bastante humorístico. Por eso en ningún momento pretendo "recriminarle" nada a Asgard, sinó simplemente exponer mi punto de vista.

                Des de luego, Tamit, que influye mucho la experiencia que haya tenido cada cual, pero eso, por muy negativa que hubiera sido, no justifica nunca generalizar y menos usando palabras que pueden ser ofensivas.

                Tambien puede que sea verdad que con los chicos los vendedores son más cautos; pero no me negarás que, en general, si bien són muy pesados porqué su interés es vender, lo son de un modo "amable" que da más risa que miedo.

                Es cierto también que en un primer momento, por ser una situación desconocida y muy molesta, puede ser agobiante, pero por poco que uno (o una) se acostumbre, creo que acaba siendo más "divertida" que molesta.

                Finalmente creo que muchas veces no se acaba de entender que los egipcios, por lo general, tienen mucho sentido del humor y estan haciendo bromas constantemente (en ese aspecto yo he visto incluso malentendidos con los guias!). A mi cuando me davan algo en la mano, por mucho que intentava evitarlo, les decia muy amablemente y riendo "Shokrant" y seguia mi camino... no vi a nadie molesto por ello.

                Y cuando descubrí que si no comprabas te tachaban de "catalan tacaño" fui yo mismo que, ante la más mínima insistencia, les decia "yo catalan!. No compro!", siempre con una sonrisa en la cara, claro! y así me dejavan en paz!
                Sigo creyendo que lo decian más en broma que para ofender... también puede ser que eso sea porqué yo soy catalán... pero no quiero creer que a gente de otras partes de España que les digan eso les pueda llegar a "ofender" en serio...

                Mucho gusto de poder seguir "discrepando", sobretodo sabiendo que, en el fondo, tampoco hay tanta discrepancia!

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                • #9
                  El "regateo" deporte nacional en Egipto

                  El "Regateo" es el deporte nacional, sin él no sería Egipto, hay que regatear en todo, eso no hay que olvidarlo NUNCA!!!!
                  Las reglas del juego básicamente son: Ellos siempre te ofrecen el producto, tu tienes que preguntar, sin demostrar nada de interés, ¿cuánto cuesta? (como dice Flordeloto, entienden todos los idiomas, no te preocupes, con tal de vender, su afan "negociador" les lleva a un aprendizaje "multi-idiomático"). Si por ejemplo te dicen 100, tu dices 20 directamente, ellos gesticulan, se horrorizan, aspavientan y tú sin más, sin cortarte un pelo por ese "teatro" (que en realidad forma parte del proceso de "regateo") con indiferencia, haces la acción de marcharte... Entonces te hacen ya la contraoferta a 60, y así sucesivamente. Al final depende de la habilidad de uno y las ganas de vender del otro pero suele quedar por un 20-30% del precio de salida.
                  Ah, una pequeña advertencia-sugerencia, tal y como te cuentan Muntanyenc y Tamit, hay que acordarse de la Palabra mágica, ya que puede llegar un momento que te molesten, te persigan y que te acosen por más que tu les digas que no te interesa, entonces pronuncias seriamente LAA, LAA SHOKRAN (que quiere decir No, gracias en árabe).. Y si hay suerte, desapareceran!!!
                  A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
                  Oscar Wilde

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                  • #10
                    Saludos

                    Creo personalmente que se dramatiza miucho sobre el tema de regateo.

                    Si bien es cierto que se debe tener un caracter fuerte a la hora de meterte en una tienda y chafardear los productos que exponen, y debe ser fuerte para saber decir que no, con fuerza, si realmente no te interesa nada de lo expuesto (fuerza, no cabreo, no hace falta cabrearse con los vendedores), una sonrisa en la boca vale mas que mil palabras, y saber mantenerte en el no, cuando no quieres comprar, pero no por ello perderte el espectáculo de poder toquetear todos los productos que exponen, y sin miedo, que no pasa nada si no quieres comprar.

                    Y cuando te interesa realmente comprar algo, debes tener un precio por el que estas dispuesto pagar por adquirirlo, es básico tener un precio final, y entonces, y sólo entonces, meterte en el divertido y apasionante mundo de la compra-venta mediante el regateo, hasta llegar a ese precio que pensaste.

                    Otra cuestión, a la primera, nunca debes comprar por encima del precio pensado, pase lo que pase, y si un vendedor no te ofrece el producto por ese precio, es que realmente estas fuera de mercado, o sea que si lo quieres tendrás que pagar más de lo que pensaste a la primera, pero mejor volverlo a probar en otro lugar, ya sabiendo que el primer precio es demasiado bajo y que debes subirlo si quieres llevarte el trofeo a casa. Seguro que lo vuelves a encontrar en otra tienda.

                    Recordar, por pesados que se pongan, un no con firmeza y una sonrisa en la boca, y no pasa nada.

                    Y para terminar, si has logrado llevarte el preciado objeto nunca pienses que te han timado, no vale la pena, si has pagado por un producto un precio por el que estabas dispuesto a comprar y el vendedor por ese precio ha decidido vender, es mejor pensar que los dos habeis hecho un buen trato.

                    A disfrutar
                    Salud para todos

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