Hola a todos, me ha pedido Manolita, que me animara a relatar nuestro último viaje a Egipto, fundamentalmente, entre otros motivos, para ayudar a otras personas y poder, como dice Manolita, “presumir”.
Partimos el pasado seis de octubre en EgypAir, para iniciar el que para nosotros ha sido un viaje diferente, nos hospedamos durante tres días en Luxor, visitamos Abidos (espectacular) y Dendera (nuestro templo preferido), el trayecto con sus carreras de monovolumenes y particular visión de la conducción de los egipcios y por la noche el museo de Luxor, paseamos con calesa por toda la ciudad y mientras nos tomábamos unos te’s en un viejo café, compramos algunos cd’s de música.
A la mañana siguiente, excursión a la montaña tebana, con visita a la tumba de Ay en el valle de los monos, así como una muy especial estancia para nosotros en el templo de Seti I donde en su cafetería pudimos contemplar las fotos de los famosos hermanos ladrones de tumbas con el collar de Tuc, facilitado por Carter, luego el magnifico Rammeseum y al hotel a descansar, una buena comida, un buena siesta, unas carantoñas (esta parte me la va a censurar), y poder tomar un te con menta en la terraza del St.George viendo la puesta de sol (suena cursi, o reiterativo, pero para nosotros dos, cada vez es la primera, cada vez es mas bonito, el mar de terciopelo rojo, los perfiles de las palmeras en el horizonte, quemándose por el sol, en fin ……….)
A la mañana del tercer día en Luxor, nos levantamos pronto y después de coger la barcaza y un coche llegamos a Gurna, en la orilla oeste, donde nos embarcamos en un inolvidable viaje en Globo, allí pudimos volver a saludar al sol de ayer, esta vez en el punto cardinal contrario, la visión de los templos desde alto, el pasar por encima de las casas con las camas en las azoteas, los niños corriendo y saludando, el sensacional control del piloto que nos permitía ir rozando los maizales con la parte inferior de la cesta, y como colofón el aterrizaje entre burros y señoras quejándose de que las íbamos a aplastar. Por si la familia no se lo creía, nos han dado hasta un diploma.
El trayecto en el crucero con el Amarco, pues como siempre excepcional, solo comentamos como novedad la visita en camello al monasterio de San Simeón, el jardín botánico, toda una tarde en los cafés de la estación de trenes de Aswan, la visita a la catredal católica y el baño en el rio Nilo, junto al poblado Nubio.
Como habréis visto no describimos ni comentamos las visitas mas convencionales, para que veáis que hay mas alternativas, y por ultimo agradecer a los guías que tuvimos, sus atenciones especialmente en esta época del año que coincide con el Ramadam, su esfuerzo físico y notable perdida de energía no les hizo desfallecer en sus atenciones y cumplimiento de su trabajo respecto a nosotros, ello hace que mantengamos, aun mas, el respeto por ese pueblo, por esa gente.
Hasta el próximo viaje, haber si esta vez nuestro hijos (Sergi y Isabel, espero que lo leáis) se apuntan y se vienen, pago yo……..
El Marido
Partimos el pasado seis de octubre en EgypAir, para iniciar el que para nosotros ha sido un viaje diferente, nos hospedamos durante tres días en Luxor, visitamos Abidos (espectacular) y Dendera (nuestro templo preferido), el trayecto con sus carreras de monovolumenes y particular visión de la conducción de los egipcios y por la noche el museo de Luxor, paseamos con calesa por toda la ciudad y mientras nos tomábamos unos te’s en un viejo café, compramos algunos cd’s de música.
A la mañana siguiente, excursión a la montaña tebana, con visita a la tumba de Ay en el valle de los monos, así como una muy especial estancia para nosotros en el templo de Seti I donde en su cafetería pudimos contemplar las fotos de los famosos hermanos ladrones de tumbas con el collar de Tuc, facilitado por Carter, luego el magnifico Rammeseum y al hotel a descansar, una buena comida, un buena siesta, unas carantoñas (esta parte me la va a censurar), y poder tomar un te con menta en la terraza del St.George viendo la puesta de sol (suena cursi, o reiterativo, pero para nosotros dos, cada vez es la primera, cada vez es mas bonito, el mar de terciopelo rojo, los perfiles de las palmeras en el horizonte, quemándose por el sol, en fin ……….)
A la mañana del tercer día en Luxor, nos levantamos pronto y después de coger la barcaza y un coche llegamos a Gurna, en la orilla oeste, donde nos embarcamos en un inolvidable viaje en Globo, allí pudimos volver a saludar al sol de ayer, esta vez en el punto cardinal contrario, la visión de los templos desde alto, el pasar por encima de las casas con las camas en las azoteas, los niños corriendo y saludando, el sensacional control del piloto que nos permitía ir rozando los maizales con la parte inferior de la cesta, y como colofón el aterrizaje entre burros y señoras quejándose de que las íbamos a aplastar. Por si la familia no se lo creía, nos han dado hasta un diploma.
El trayecto en el crucero con el Amarco, pues como siempre excepcional, solo comentamos como novedad la visita en camello al monasterio de San Simeón, el jardín botánico, toda una tarde en los cafés de la estación de trenes de Aswan, la visita a la catredal católica y el baño en el rio Nilo, junto al poblado Nubio.
Como habréis visto no describimos ni comentamos las visitas mas convencionales, para que veáis que hay mas alternativas, y por ultimo agradecer a los guías que tuvimos, sus atenciones especialmente en esta época del año que coincide con el Ramadam, su esfuerzo físico y notable perdida de energía no les hizo desfallecer en sus atenciones y cumplimiento de su trabajo respecto a nosotros, ello hace que mantengamos, aun mas, el respeto por ese pueblo, por esa gente.
Hasta el próximo viaje, haber si esta vez nuestro hijos (Sergi y Isabel, espero que lo leáis) se apuntan y se vienen, pago yo……..
El Marido
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