Una de las compras más extendidas al viajar a Egipto suelen ser las piezas de plata. Piezas que llevan la acuñación propia de la plata. Normalmente es en lo que nos fijamos al inspeccionar la pieza en cuestión antes de comprarla para cerciorarnos que efectivamente es plata de ley.
En España nuestras piezas de plata llevan la acuñación (925) mencionada que nos sirve para distinguir de modo rápido que lo que estamos comprando verdaderamente es plata de ley y no cualquier aleación, por ello hacemos lo propio al viajar a Egipto. Pero lo que nos están intentando colocar, acuñado y con apariencia de plata 925, no lo es.
Yo caí como una tonta. Soy una apasionada de la plata y una de mis compras "estrella" en Egipto pretendía ser la de piezas tales como anillos, pulseras, colgantes...en fín lo típico.
La primera alarma la descubrí en el barco del nilo, en la tienda-joyería del mismo, un vendedor muy espabilado él, me vió interesada en un anillo en el que se me podía grabar el nombre en jeroglífico (por cierto, que hacen unas chapuzas con la transliteración los nombres que es de juzgado de guardia). Le encargué el anillo habiendo comprobado la acuñación y cerciorándome a través de su palabra que era de plata de ley. Cuando me lo puse, en cuestión de un día se me quedó negro como el carbón. Reclamé pensando que al anillo le faltaba el baño de protección o barniz que se le suele dar siempre a la plata para que guarde su brillo. Me dijo que no me preocupara que me lo devolvería intacto y bañado. Así fué pero me ocurrió lo mismo al cabo de dos días.
Compré más piezas en joyerías varias y todas se me quedaban negras. Llegué a pensar que aquello no era plata pero claro, llevaba la acuñación de que lo era y me desorientaba.
Al llegar a España con todas las piezas que había comprado me fuí al platero en busca de respuestas, y tras una inspección de las piezas, las obtuve.
Al parecer la plata que venden en Egipto no es plata de calidad, es decir no es 925 (Plata de Ley) sino una aleación de plata y otros metales. Las personas que, como es mi caso, somos alérgicas a los metales (que no a la plata de ley), acusamos especialmente esas aleaciones no puras causando reacción en ellas. La única solución posible era dar un baño de plata a todas las piezas para procurar que duraran el máximo posible sin ennegrecer. Así lo hizo y ahora (previo pago de unos cuantos euros) las puedo lucir con el brillo de la plata comprada en cualquier otro lugar (tengo plata de Mexico, India, Europa y Argentina y está en perfecto estado), aunque con el tiempo tendré que volver a darles un baño.
El tema es que, encima, pagué un precio totalmente abusivo (la venden por gramos como si fuera plata de ley!! e incluso más cara que en España) por una aleación de baja calidad.
Cuando llegué a casa cogí una lupa para mirar detenidamente la acuñación pieza por pieza. Y.....ahí estaba la trampa!!! No ponía 925 en la cuña sino un simbolito árabe que nada tenía que ver. Otra muestra más de que los timos están a la orden del día, aunque éste es monumental, porque me atrevería a afirmar que en todas las joyerías la plata es la misma que me vendieron a mi y a cualquiera.
En fin, que andeis con mil ojos con lo que venden, porque muchísima gente al no ser alérgica jamás se entera de que esto, es otro timo más de los muchos a los que estamos expuestos los visitantes de Egipto.
Por último me gustaría pediros un favor a todos aquellos que tengais piezas de plata adquiridas en Egipto. ¿Podríais mirar la acuñación con lupa a ver qué pone? A ver si sale alguna de 925...por casualidad.
En España nuestras piezas de plata llevan la acuñación (925) mencionada que nos sirve para distinguir de modo rápido que lo que estamos comprando verdaderamente es plata de ley y no cualquier aleación, por ello hacemos lo propio al viajar a Egipto. Pero lo que nos están intentando colocar, acuñado y con apariencia de plata 925, no lo es.
Yo caí como una tonta. Soy una apasionada de la plata y una de mis compras "estrella" en Egipto pretendía ser la de piezas tales como anillos, pulseras, colgantes...en fín lo típico.
La primera alarma la descubrí en el barco del nilo, en la tienda-joyería del mismo, un vendedor muy espabilado él, me vió interesada en un anillo en el que se me podía grabar el nombre en jeroglífico (por cierto, que hacen unas chapuzas con la transliteración los nombres que es de juzgado de guardia). Le encargué el anillo habiendo comprobado la acuñación y cerciorándome a través de su palabra que era de plata de ley. Cuando me lo puse, en cuestión de un día se me quedó negro como el carbón. Reclamé pensando que al anillo le faltaba el baño de protección o barniz que se le suele dar siempre a la plata para que guarde su brillo. Me dijo que no me preocupara que me lo devolvería intacto y bañado. Así fué pero me ocurrió lo mismo al cabo de dos días.
Compré más piezas en joyerías varias y todas se me quedaban negras. Llegué a pensar que aquello no era plata pero claro, llevaba la acuñación de que lo era y me desorientaba.
Al llegar a España con todas las piezas que había comprado me fuí al platero en busca de respuestas, y tras una inspección de las piezas, las obtuve.
Al parecer la plata que venden en Egipto no es plata de calidad, es decir no es 925 (Plata de Ley) sino una aleación de plata y otros metales. Las personas que, como es mi caso, somos alérgicas a los metales (que no a la plata de ley), acusamos especialmente esas aleaciones no puras causando reacción en ellas. La única solución posible era dar un baño de plata a todas las piezas para procurar que duraran el máximo posible sin ennegrecer. Así lo hizo y ahora (previo pago de unos cuantos euros) las puedo lucir con el brillo de la plata comprada en cualquier otro lugar (tengo plata de Mexico, India, Europa y Argentina y está en perfecto estado), aunque con el tiempo tendré que volver a darles un baño.
El tema es que, encima, pagué un precio totalmente abusivo (la venden por gramos como si fuera plata de ley!! e incluso más cara que en España) por una aleación de baja calidad.
Cuando llegué a casa cogí una lupa para mirar detenidamente la acuñación pieza por pieza. Y.....ahí estaba la trampa!!! No ponía 925 en la cuña sino un simbolito árabe que nada tenía que ver. Otra muestra más de que los timos están a la orden del día, aunque éste es monumental, porque me atrevería a afirmar que en todas las joyerías la plata es la misma que me vendieron a mi y a cualquiera.
En fin, que andeis con mil ojos con lo que venden, porque muchísima gente al no ser alérgica jamás se entera de que esto, es otro timo más de los muchos a los que estamos expuestos los visitantes de Egipto.
Por último me gustaría pediros un favor a todos aquellos que tengais piezas de plata adquiridas en Egipto. ¿Podríais mirar la acuñación con lupa a ver qué pone? A ver si sale alguna de 925...por casualidad.
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