10 datos curiosos sobre el sexo en el antiguo Egipto

El sexo en el antiguo Egipto desempeñaba un papel importante en la religión y la mitología. Como la gente de todo el mundo, los egipcios tenían aventuras y sufrían problemas para hacer el amor, que trataban con magia.

Si eres aficionado al antiguo Egipto desde pequeño, probablemente recuerdes haber aprendido en la escuela secundaria sobre la época faraónica, la construcción de las pirámides, los jeroglíficos, Tutankamón, todo lo habitual. Pero seguro que, lo que nunca te enseñaron fue el sexo en el antiguo Egipto. En este artículo, aprenderás sobre las relaciones sexuales y los dioses, las costumbres sexuales y los problemas que la gente solía sufrir en el antiguo Egipto.

 Mujeres bailando y tocando música, dinastía XVIII, vía Museo Británico, Londres.

1. El comienzo de la creación fue por la masturbación

El primer dios egipcio fue Atum, que se creó a sí mismo. No tenía esposa, así que para engendrar a sus hijos, Shu y Tefnut, se masturbó.
El término «la mano del dios» pasó a asociarse con las mujeres con el paso del tiempo, ya que la mano de Atum desempeñó el papel femenino en la creación original. Las mujeres de la realeza de la dinastía XVIII a menudo llevaban este título y llegó a ser muy común como título de las hijas de los reyes nubios que gobernaron Egipto en la dinastía XXV. Estas hijas eran responsables de la administración diaria del país. Finalmente, en el periodo grecorromano, el término «mano de dios» pasó a asociarse con las diosas de la fertilidad, muy lejos de sus orígenes miles de años antes.

El primer dios egipcio fue Atum, que se creó a sí mismo. No tenía esposa, así que para engendrar a sus hijos, Shu y Tefnut, se masturbó.
El término «la mano del dios» pasó a asociarse con las mujeres con el paso del tiempo, ya que la mano de Atum desempeñó el papel femenino en la creación original. Las mujeres de la realeza de la dinastía XVIII a menudo llevaban este título y llegó a ser muy común como título de las hijas de los reyes nubios que gobernaron Egipto en la dinastía XXV. Estas hijas eran responsables de la administración diaria del país. Finalmente, en el periodo grecorromano, el término «mano de dios» pasó a asociarse con las diosas de la fertilidad, muy lejos de sus orígenes miles de años antes.

Atum dando a luz a uno de sus hijos

2. Otro dios era conocido por su falo permanentemente erecto

El dios Min era el principal dios masculino de la fertilidad y por excelencia asociado al sexo en el antiguo Egipto. Tenía un pene permanentemente erecto y llevaba un tocado de plumas. Los hombres que sufrían de impotencia le hacían ofrendas de figuras fálicas. Se le asociaba con la lechuga, ya que la lechuga egipcia emitía una savia blanca y lechosa similar al semen.

Hilary Clinton visitó el templo de Luxor, donde Min ocupa un lugar destacado en el santuario interior, en marzo de 1998. Ray Johnson, director de la misión de la Universidad de Chicago en Luxor para grabar los relieves del templo, le hizo una visita. Fue sólo tres meses después de la aventura con Monica Lewinsky. Johnson se paró frente a un relieve de Min y declaró: «¡Aquí es donde empezó todo, el big bang!». No es de extrañar que los medios de comunicación se centraran en sus palabras durante la visita de Clinton.

Estas figuras de Min, siguen siendo el centro de los ritos mágicos en Egipto hoy en día. Hombres y mujeres que sufren problemas sexuales o de fertilidad visitan los templos antiguos y frotan el falo de Min para superar sus problemas. En muchos templos está desgastado u oscurecido por la multitud de dedos que lo han tocado.

Relieve mural de Alejandro Magno y Min en el templo de Luxor, su falo oscurecido por las manos de los peregrinos

3. El adulterio se castigaba con la muerte

Como en cualquier sociedad, el sexo en el antiguo Egipto no sólo tenía lugar dentro del contexto marital. Las relaciones extramatrimoniales seguramente existían. Pero no sólo estaban mal vistas, sino que podían ser castigadas con la muerte. Un asunto bastante sórdido está atestiguado en el pueblo de Deir el-Medina, donde trabajaban los obreros que construyeron las tumbas del Valle de los Reyes.

Un obrero jefe llamado Paneb se dedicaba a todo tipo de comportamientos nefastos, como el robo, la corrupción y las peleas. El adulterio era uno de sus supuestos delitos. Tuvo relaciones con muchas mujeres casadas y su hijo incluso se unió a él en sus escapadas con una mujer soltera. En un caso, violó a una mujer arrancándole la ropa y arrojándola encima de un muro.

Boceto de Deir el-Medina que muestra a una pareja manteniendo relaciones sexuales, dinastía 19-20, vía el Museo Británico de Londres

4. Canciones sensuales

Es posible que conozcas el Cantar de los Cantares de Salomón en la Biblia (Antiguo Testamento). O no, ya que es una parte bastante atrevida del libro sagrado que normalmente no se enseña en la escuela dominical, con descripciones picantes del cuerpo de la mujer.

Mujeres bailando y tocando música, dinastía XVIII, vía Museo Británico, Londres

Los antiguos egipcios cantaban canciones similares. Aquí hay un extracto que describe el cuerpo de una mujer utilizando metáforas imaginativas:

La única, la hermana sin par,

La más bella de todas.

Se parece a la estrella matutina naciente

Al comienzo de un año feliz.

Brillante, de piel clara,

Hermosa la mirada de sus ojos,

Dulce el discurso de sus labios,

No tiene una palabra de más.

Cuello erguido, pecho brillante,

Cabello de verdadero lapislázuli;

Brazos que sobrepasan el oro,

Dedos como capullos de loto,

muslos pesados, cintura estrecha,

Sus piernas hacen gala de su belleza;

Con pasos elegantes pisa el suelo,

Captura mi corazón con sus movimientos.

Los egiptólogos han llamado a estas canciones «canciones de amor» cantadas por amantes no casados. Yo creo que en realidad son canciones que se cantaban en las bodas.

5. A los egipcios les gustaba el porno

Antes de las páginas web de contenido sexual y de la revista Playboy, existía el papiro erótico de Turín. Este papiro muestra a un hombre barrigón, calvo, de baja estatura y desaliñado que mantiene relaciones sexuales en algunas posiciones bastante improbables con una hermosa mujer. Se desconoce la finalidad del papiro. Es posible que sea una forma de sátira política, ya que en el mismo papiro aparecen varias viñetas con animales en papeles humanos. Sea cual sea la interpretación, el papiro erótico de Turín es uno de los documentos más importantes que tenemos para entender el sexo en el antiguo Egipto.

Recreación del papiro erótico de Turín, c. 1150 a.C., Museo Egizio, Turín

6. Una mujer seductora pero astuta

En la literatura y la cultura egipcia, las mujeres eran representadas a veces como seductoras. Uno de los relatos más famosos, «La historia de los dos hermanos», cuenta una historia muy similar a la de José en la Biblia y el Corán.

Bata, el hermano menor de Anpu, vivía con él y su esposa. Un día, mientras trabajaban juntos en la granja, Anpu envió a Bata a la casa a buscar unos sacos de grano. Su mujer se estaba trenzando el pelo y, al ver que Bata llevaba cinco sacos al hombro, le dijo que estaba impresionada por su fuerza. Intentó seducirle. Él se enfadó y la rechazó, pero le dijo que no diría nada a su hermano mayor sobre lo que ella había hecho.

Sin embargo, la mujer temía que Bata se chivara y se maquilló para que pareciera que le habían dado una paliza. Cuando su marido volvió a casa, se quejó a su marido de que fue Bata quien intentó seducirla. Afirmó que le dijo que se pusiera la peluca (considerada erótica) porque quería acostarse con ella, pero ella se negó. Anpu se enfadó e iba a matar a Bata. Pero éste le contó la verdad de lo sucedido y se cortó su propio pene y lo tiró al agua para probar su inocencia, donde los peces lo engulleron rápidamente. Anpu se fue a casa, mató a su mujer y se la dio de comer a los perros.

Una antigua peluca con rastas y un tocado de oro, c. 1479-1425 a.C., Met Museum, Nueva York

7. La evidencia de que la homosexualidad es tenue.

Las pruebas de relaciones entre individuos del mismo sexo en el antiguo Egipto son escasas y controvertidas. Sólo hay un caso claro y es el del mito de Horus y Seth. Seth y su sobrino Horus se disputaban el trono de Egipto. Una noche, Horus finge estar borracho y Seth decide aprovecharse de él e intenta violarlo. Pero Horus lo engaña atrapando su semen en sus manos.

Otro posible incidente de relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en el antiguo Egipto tiene que ver con el rey Pepi II, el rey que más tiempo ha gobernado en la historia. Un papiro fragmentario contiene una historia en la que se dice que visitaba a su general Sasenet por la noche.

Pero quizá el ejemplo más citado de «homosexualidad» en el antiguo Egipto sea la tumba de Niankhkhnum y Khnumhotep en Saqqara. cerca de El Cairo Los dos hermanos están representados en las paredes de su inusual tumba conjunta, cogidos de la mano y frotándose las narices. El roce de narices se considera la forma en que se representaban los besos en el arte egipcio antiguo. Estas escenas de tumbas suelen representar a un hombre y a su esposa. Sin embargo, no hay pruebas fehacientes de que los dos hermanos mantuvieran algún tipo de relación incestuosa.

Niankhkhnum y Khnumhotep, nariz con nariz, de su tumba conjunta, V dinastía, Saqqara, Egipto

8. El sexo figuraba en las amenazas e insultos en el antiguo Egipto

En el antiguo Egipto, el sexo aparecía en una serie de insultos, como «¡Que copules con un burro! ¡Que un burro copule con tu mujer! Que tu hijo copule con tu mujer».

9. La impotencia era un problema en ausencia de la viagra

De la carta anterior se desprende que la impotencia y la infertilidad en el antiguo Egipto eran grandes problemas. De hecho, los egipcios reconocían varias causas potenciales.

La impotencia psicógena fue atestiguada en un texto escrito por un hombre llamado Ochsheshonqy que quería transmitir un buen consejo a su hijo: «El que es tímido para tener relaciones con su mujer no tendrá hijos». Un proverbio similar sigue siendo popular en Egipto hoy en día.

Sin embargo, es probable que los egipcios culparan más bien a la malicia de otros por su incapacidad para mantener una erección. Aunque las pruebas de la época faraónica son limitadas, desde el periodo grecorromano hasta la actualidad, se cree que los hechizos mágicos lanzados por los rivales del mismo interés amoroso suelen provocar impotencia. Estos hechizos suelen implicar la realización de nudos de una manera específica. Esto recuerda a la historia de los Dos Hermanos que leíste antes en la que el pene de Bata fue consumido por un pez.

Estatuilla itifálica de bronce, 600-300 a.C., Met Museum, Nueva York

10. Magia para atraer al sexo opuesto en el antiguo Egipto

Los muñecos de vudú eran una de las formas más comunes de hacer magia en los últimos tiempos en Egipto. A veces, esta magia era dirigida a una mujer por un hombre. En un caso, un hombre encargó a un mago que le hiciera un muñeco vudú de una mujer que no quería que tuviera ningún otro hombre. La figurita estaba perforada con clavos de bronce y acompañada de una tablilla de plomo con un hechizo. El hechizo deseaba que ella no pudiera comer, beber ni estar con ningún otro hombre aparte de él. El texto invocaba a un demonio para que la tirara del pelo y de los intestinos hasta que acudiera a él.

Una estatuilla mágica perforada con clavos, siglo IV de nuestra era, Louvre, París